Por Ramiro Gómez Barrueco, Vicecoordinador del Consejo Internacional de FANTU
Desde que el hombre respiró sobre La Tierra, cualquier hecho, aparentemente incontrovertible, se percibe de distintas maneras. Esta situación la refleja el genial director japonés Akira Kurosawa en su magistral película Rashomon: un crimen, cuatro testigos, cuatro versiones completamente distintas.
Los ciudadanos de a pie, sabemos que un vaso de agua lleno hasta la mitad, algunos lo consideran vacío y otros lleno. Percepción adecuada a intereses o a un conjunto variopinto de emociones y situaciones. Lo cierto es que, cuando se trata de justipreciar las huelgas, de patriotas cubanos contemporáneos, los jueces oscilan entre los alados angelicales y los vampiros sedientos de sangre. Pero una huelga de hambre no es una beatificación papal ni una corrida de toros.
Una huelga de hambre es una herramienta de lucha, de propaganda política, para denunciar y poner de relieve hechos, considerados injustos o intolerables, por el demandante. El huelguista sacrifica su salud y pone en peligro su vida, como lanza y escudo, para confrontar a su enemigo. No conozco ninguna huelga de hambre realizada contra los comunistas cubanos, carentes de sensibilidad humana, que haya obtenido un triunfo total y perdurable; me temo que nunca sucederá. Tampoco conozco alguna que no nos haya concedido beneficios morales o políticos. Todas demuestran nuestro amor por Cuba, nuestro coraje y nuestra dignidad. Ninguna de nuestras huelgas ha sido un vaso vacío.
Si el hecho de que una huelga no obtenga las demandas exigidas es “un papelazo,” porque el huelguista no murió en la empresa, entonces tengo la triste noticia de informarles que más de cinco mil o hasta diez mil presos políticos somos “unos papelaceros”. Solamente en la famosa y heroica huelga “La Pacífica”, en Isla de Pinos, más de cinco mil presos fuimos reprimidos con numeroso ejército regular, incluyendo ametralladoras calibre cincuenta y tanquetas. Si toda la crueldad que hemos narrado tantas veces sobre este episodio no ha servido de nada, entonces, ¿Por qué lo seguimos narrando? Porque la acusación no ha muerto; los crímenes de lesa humanidad no prescriben. El vaso nunca ha estado vacío.
En su última huelga de hambre y sed, el famoso opositor cubano, Guillermo “Coco” Fariñas, y los miembros de FANTU que se sumaron en Cuba y en USA, Irenaldo, Yadira y Nacho, hicieron tres demandas que constituyen también tres acusaciones. A) liberación de todos los presos políticos cubanos; b) implementación del TIAR por la OEA; c) la ruptura de relaciones del Parlamento Europeo con Cuba. El punto b implica un Bloqueo Naval y aéreo para forzar la retirada militar rusa y china del continente americano. Demandas justas y necesarias como La Rebelión Popular que propugnamos.
No fue una casualidad que el parlamento europeo hiciera las declaraciones más osadas y contundentes de su historia contra la tiranía totalitaria castrista. Esto nos permitió, a los miembros y directores del Consejo Internacional de FANTU, tomar la decisión unánime de exigirle al Coco el final de la huelga. Para nosotros el vaso se llenó con lo único que era posible lograr. Aunque hicimos gestiones pertinentes con La OEA; la actual polarización, filocomunista y comunista, del Grupo de Puebla, lo impidió. Lo sabíamos, pero pusimos el tema sobre el tapete y tuvo consecuencias.
Sin protagonistas de la historia no hay historia. Lo malo no es protagonizar sino tratar de mancillar a esos protagonistas. Los indolentes deberían de tener el pudor de callar ante los héroes. Intrínsecamente negativo es hacerle oposición a la oposición. Ese es el trabajo de la tiranía y no debe ser el nuestro. Desafortunadamente, desde hace 64 años, padecemos de ese poderoso veneno autodestructor. Es una intensa y negativa reacción en cadena, tan destructiva como incontenible. No podemos decir que al que le sirva el sayo que se lo ponga, porque no alcanza la tela opositora para satisfacer esa demanda.
El Coco Farinas es un líder reconocido por los opositores y por la propia tiranía, por el estamento militar del régimen y sobre todo por el pueblo. Por esas razones, la detención inicial del Coco precede a las olas represivas. Una sumatoria de más de doce años y medio plantado en las horrendas prisiones castristas. Más de 28 huelgas de hambre. Premio Zajarov del Parlamento Europeo, Premio Ciber Libertad de Reporteros sin Fronteras, Premio Derechos Humanos de la ciudad alemana de Weimar, Medalla de La Libertad Truman Reagan del Capitolio de Washington, Premio Internacional CADAL y Medalla de Distinción del Instituto de la Memoria Histórica Contra el Totalitarismo. El vaso del Coco hace mucho tiempo que se desbordó.
Por Ramiro Gómez Barrueco, Vicecoordinador del Consejo Internacional de FANTU