La realidad de las condiciones de vivienda en Cuba es un tema recurrente por las incumplidas promesas de la dictadura comunista. Recientemente, salió a la luz un reportaje de la televisión oficialista donde un funcionario habló sobre las características de una vivienda habitables y el influencer Manuel Milanés reaccionó a semejante aberración.
En su característico estilo directo y contundente, el empresario enfocó la atención en las normas internacionales que definen las condiciones habitables de una vivienda, arrojando luz sobre la incompatibilidad de muchas viviendas en Cuba con estos estándares.
El youtuber destacó cómo una gran proporción de casas en la Isla no cumple con estas medidas, excluyendo así a un amplio porcentaje de la población de la habitabilidad básica.
Milanés, quien ha demostrado un compromiso filantrópico con su comunidad, enfatizó la ironía detrás de algunas iniciativas gubernamentales. Refiriéndose a propuestas recientes como criar peces en espacios reducidos de cuatro metros de largo por cuatro de ancho. Estas medidas son casi las mismas con las cuales una vivienda en Cuba se declara como habitable.
Asimismo, amante de la libertad y la familia, mostró su indignación por la calidad de las viviendas proporcionadas por las autoridades, describiendo casas hechas de madera sin acabados adecuados ni revestimientos, lo cual contrasta con la noción de habitabilidad.
El anticomunista se cuestionó la cantidad de personas que viven en espacios extremadamente reducidos, careciendo de instalaciones sanitarias funcionales en sus hogares. Sin titubear, utilizó un lenguaje fuerte para expresar su indignación, lamentando la falta de sistemas de drenaje en muchas viviendas, lo que obliga a las personas a realizar sus necesidades fisiológicas en jabas de nylon.
Con una experiencia personal que respalda sus palabras, Milanés compartió cómo él mismo vivió en condiciones de hacinamiento durante su infancia, resaltando la falta de avances en la calidad de vida en comparación con hace cinco décadas. Subrayó la situación de muchas familias que comparten un espacio limitado debido a la escasez de viviendas, planteando preguntas que ponen en tela de juicio las políticas y prioridades de la tiranía que prefiere que el dinero de todos los cubanos estén en manos de los militares de Gaesa para construir hoteles.