El régimen castrista se ha visto obligado a reconocer públicamente lo que en los últimos días el empresario Manuel Milanés había expuesto sobre la crisis del sistema sanitario cubano con falta de medicamentos, escasez de enfermeras y medios así como el deterioro constructivo de los hospitales y policlínicos.
Ahora el presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz, reveló que en el país faltan 251 medicamentos del cuadro básico lo cual representa el 40% del total, según sus cifras.
De acuerdo con las declaraciones ante la reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), esta situación ha generado un alarmante deterioro en la calidad de vida de los cubanos, especialmente aquellos con padecimientos oncológicos e insuficiencia cardíaca, quienes no pueden acceder a los medicamentos necesarios para controlar su salud y se ven expuestos a un mayor riesgo de fallecer por falta de tratamiento.
En su momento Milanés denunció la grave situación del Hospital Pediátrico Universitario Octavio de la Concepción de Pedraja en Holguín, donde más de mil pacientes oncológicos y cientos de niños esperan por cirugías y tratamientos que no pueden recibir debido a la falta de recursos médicos.
Desde hace meses no se producen en Cuba medicamentos esenciales como la fluticasona, el dinitrato isosorbide, la metformina, el enalapril y la warfarina. Al parecer, la falta de fondos impide importar la materia prima necesaria para la producción farmacológica en el país. Incluso píldoras comunes como la dipirona y la aspirina escasean, y antibióticos ampliamente utilizados, como la azitromicina, el metronidazol, el cotrimoxazol, la amoxicilina y la vancomicina, tampoco están disponibles en las farmacias.
Ante la urgente necesidad de salvar sus vidas, los cubanos se ven obligados a recurrir al mercado negro para obtener los medicamentos que están ingresando al país a través de la importación personal de quienes viajan al extranjero. El propio régimen castrista permite la entrada sin restricciones ni aranceles aduaneros de medicamentos, consciente de la magnitud de la crisis.
Sin embargo, debido a la inflación generalizada y el desorbitado tipo de cambio entre las divisas internacionales y el peso cubano, estos medicamentos se venden a precios exorbitantes, lo que los vuelve inaccesibles para la mayoría de las personas que realmente los necesitan. Además, muchos de los fármacos comprados en el extranjero resultan ser falsificados, especialmente aquellos provenientes de Haití.
Recientemente, la Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cedmed) emitió una alerta sobre la circulación de medicamentos falsos como el ketotifeno, el clonazepam y el neurobion, los cuales contienen sustancias químicas completamente diferentes a las asociadas con sus nombres. Estos productos fraudulentos, provenientes de Haití, representan un grave peligro para la salud de las personas, ya que pueden causar reacciones adversas en aquellos que sean alérgicos a los compuestos químicos presentes en ellos.
