Los dirigentes castristas ordenaron a ahorrar en equipos de clima de la población, pero ellos tienen sus aires por debajo de los 24 grados que recomiendan para que se consuma menos electricidad cuando pare la maquinaria.
Según las declaraciones de Alfredo López Valdés, director general de la Unión Eléctrica (UNE), en el más reciente Consejo Energético Nacional los aires deben ponerse en 24 grados y no en el mínimo de 16; sin embargo, en el reportaje de la Televisión Nacional se ve como los aires del Estado están a 22 grados.
Los comunistas refieren que el comportamiento del consumo eléctrico en Cuba lleva cuatro años presentado un pico de demanda durante horas de la madrugada que es atribuible a los aires acondicionados que han estado entrando al país y son los responsables de los apagones nocturnos,
“Los mayores valores son alcanzados en horas de la madrugada y en el pico nocturno (…) El aire acondicionado es nivel de vida, y el país ha importado muchos en los últimos cuatro años. Eso está produciendo que en la madrugada haya una carga que antes no habíamos tenido”, refirió López Valdés.
El también ingeniero argumentó que el llamado es a consumir menos. En ese sentido, aconsejó hacer lo propio con los refrigeradores. “La regulación térmica del refrigerador no hay por qué ponerla al máximo de frío en la parte de abajo. Hay que ponerla en una temperatura de acuerdo a los alimentos que uno vaya a conservar”, insistió.
Los equipos de refrigeración de la población son los que menos consumen comparados con los que tienen los dirigentes, pues esos sí están llenos de productos y el compresor trabaja más que uno donde no haya carnes ni alimentos guardados como los de la gran mayoría de la población.
El problema fundamental del país es que no hay capacidad de generación para enfrentar la demanda creciente, aunque se restrinjan las actividades productivas de las empresas estatales, tal y como comentó en el mismo reportaje el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy.
Las restricciones productivas y de servicios por el déficit energético atentan contra el desarrollo económico del país, que está sumido en una profunda crisis.
