La inflación en Estados Unidos cayó a su tasa anual más baja en más de dos años durante junio, resultado de una desaceleración en los costos y comparaciones fáciles en comparación con un momento en que los aumentos de precios alcanzaban su punto más alto en más de 40 años.
El índice de precios al consumidor, que mide la inflación, aumentó un 3% en comparación con el año pasado, lo que representa el nivel más bajo desde marzo de 2021. A nivel mensual, el índice, que mide una amplia variedad de precios de bienes y servicios, subió un 0,2%. Esto contrasta con las estimaciones de Dow Jones de aumentos respectivos del 3,1% y el 0,3%.
Al excluir los precios volátiles de alimentos y energía, el IPC básico aumentó un 4,8% en comparación con el año anterior y un 0,2% a nivel mensual. Las estimaciones de consenso esperaban aumentos respectivos del 5% y el 0,3%. La tasa anual fue la más baja desde octubre de 2021.
En resumen, estos números podrían darle un respiro a la Reserva Federal mientras intenta reducir la inflación que alcanzó una tasa anual del 9% en esta misma época en 2022, la más alta desde noviembre de 1981.
«Se ha logrado un progreso significativo en el frente inflacionario y el informe de hoy confirma que mientras la mayor parte del país lidia con temperaturas más altas, la inflación finalmente se está enfriando», dijo George Mateyo, director de inversiones de Key Private Bank. «La Reserva Federal acogerá este informe como una validación de que sus políticas están teniendo el efecto deseado: la inflación ha caído mientras el crecimiento aún no se ha estancado».
Sin embargo, los responsables de la política monetaria suelen prestar más atención a la inflación subyacente, que aún está muy por encima del objetivo anual del 2% establecido por la Fed. Mateyo dijo que es poco probable que el informe detenga al banco central de aumentar las tasas nuevamente este mes.
Los funcionarios de la Fed esperan que la tasa de inflación siga cayendo, especialmente a medida que los costos de la vivienda disminuyan, lo que representa aproximadamente un tercio del peso en el IPC. Sin embargo, el índice de vivienda aumentó un 0,4% el mes pasado y un 7,8% en comparación con el año anterior. Ese aumento mensual representó aproximadamente el 70% del aumento del IPC general, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
«Los costos de vivienda, que representan una gran parte del panorama inflacionario, no están disminuyendo significativamente», dijo Lisa Sturtevant, economista jefa de Bright MLS. «Debido a que las tasas habían sido reducidas considerablemente por la Fed durante la pandemia y luego aumentaron rápidamente, los aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal no solo redujeron la demanda de viviendas, como se pretendía, sino que también limitaron severamente la oferta al mantener a los propietarios en sus hogares, en lugar de ponerlos a la venta».
Wall Street reaccionó positivamente al informe, con futuros vinculados al Dow Jones Industrial Average aumentando casi 200 puntos. Los rendimientos de los bonos del Tesoro disminuyeron en general.
Los operadores todavía consideran que existe una fuerte posibilidad de que la Fed lleve a cabo un aumento de un cuarto de punto porcentual en las tasas cuando se reúna del 25 al 26 de julio. Sin embargo, las expectativas del mercado apuntan a que ese sería el último aumento, ya que los funcionarios se detendrían para permitir que la serie de aumentos surta efecto en la economía.
Cuando la inflación comenzó a acelerarse en 2021, los funcionarios de la Fed y la mayoría de los economistas de Wall Street pensaron que sería «transitoria» o probablemente desaparecería una vez que los factores específicos de la pandemia de Covid desaparecieran. Estos factores incluían una demanda creciente de bienes en lugar de servicios y problemas en las cadenas de suministro que crearon escasez de elementos vitales como los semiconductores.
Sin embargo, cuando la inflación resultó ser más persistente de lo anticipado, la Fed comenzó a aumentar las tasas, llegando a elevar las tasas de referencia en 5 puntos porcentuales a través de una serie de 10 aumentos desde marzo de 2022.
El aumento moderado del IPC se produjo a pesar de que los precios de la energía aumentaron un 0,6% en el mes. Sin embargo, el índice de energía disminuyó un 16,7% en comparación con el año anterior, cuando los precios de la gasolina en las bombas rondaban los 5 dólares por galón.
Los precios de los alimentos subieron solo un 0,1% en el mes, mientras que los precios de los vehículos usados, una de las principales fuentes del aumento de la inflación a principios de 2022, disminuyeron un 0,5%.
Las tarifas aéreas cayeron un 3% en el mes y ahora han disminuido un 8,1% en comparación con el año anterior.
La disminución en el IPC ayudó a aumentar los salarios de los trabajadores: los ingresos promedio reales por hora, ajustados por la inflación, aumentaron un 0,2% de mayo a junio y un 1,2% en comparación con el año anterior. Durante el auge de la inflación, que alcanzó su punto máximo en junio pasado, los salarios de los trabajadores se mantuvieron consistentemente por debajo de los aumentos del costo de vida.
