El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció recientemente que algunas de las licencias emitidas por otros territorios estadounidenses ya no son válidas en el estado del Sol. Esta medida es parte de las casi 200 nuevas leyes que entraron en vigor el pasado 1 de julio.
El Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados publicó una lista de cinco estados cuyas licencias ahora no tienen validez en Florida. Se trata de Connecticut, Delaware, Hawái, Rhode Island y Vermont.
Las licencias invalidadas son las que específicamente presenten frases como “no para identificación federal” o “tarjeta de privilegio de conducir”, generalmente otorgadas a personas sin documentos migratorios.
La ley migratoria de Florida va más allá de las licencias, pues también aborda otros aspectos como la implementación del sistema de verificación de empleo en línea conocido como E-Verify, con el objetivo de garantizar la elegibilidad legal de los trabajadores.
Además, se impondrán sanciones a los empleadores que contraten inmigrantes irregulares. La gravedad de esas penas será proporcional al número de personas sin documentación empleadas. Otra medida significativa es la asignación de mayores recursos para la reubicación de inmigrantes en “ciudades santuario”.
La ley también exige que los hospitales que acepten fondos de Medicaid revisen el estatus migratorio de los pacientes. Sin embargo, no se afectará la prestación de atención médica ni se requerirá a los profesionales de la salud informar a las autoridades de inmigración.
Además, se convierte en un delito el transporte hacia Florida de migrantes no inspeccionados en la frontera. Estas disposiciones han generado preocupación en sectores como la construcción, la agricultura y la hospitalidad, que emplean a numerosos inmigrantes. Representantes de estas industrias temen que la nueva ley tenga un impacto negativo en la economía local.
La implementación de la Ley HB 1718 y sus resultados futuros serán fundamentales para evaluar su efectividad y los impactos reales en la comunidad. Con esta nueva legislación, Florida se posiciona como uno de los estados con políticas migratorias más estrictas del país.
DeSantis desplegaría fuerzas militares en la frontera, reactivaría el programa Permanecer en México y establecería una ley para que los migrantes permanezcan detenidos hasta sus fechas de audiencias, entre otras disposiciones. Todo lo anterior si consigue llegar a la Casa Blanca en 2024, pero antes debe pasar el escollo de las primarias republicanas donde enfrenta a Donald Trump y a otro número creciente de candidatos.
