El Nasdaq, el índice tecnológico más importante de Estados Unidos, ha protagonizado un impresionante avance en la primera mitad de 2023. Con un aumento del 1,5% en el último viernes, el Nasdaq ha alcanzado un crecimiento acumulado del 32% en lo que va del año, el mayor salto registrado en la primera mitad del año desde 1983, cuando el índice tecnológico se elevó un 37%.
Este logro resulta sorprendente si consideramos la evolución de la industria tecnológica en las últimas cuatro décadas. Desde la salida a bolsa de Microsoft en 1986, que desencadenó un auge del software para PC, hasta la explosión de las puntocom en los años 90 y el surgimiento de gigantes tecnológicos con valoraciones de billones de dólares en la última década, el sector ha experimentado transformaciones vertiginosas.
Sin embargo, ninguno de estos periodos pasados se compara al inicio arrollador de 2023. Aún más asombroso, esto ocurre en un año en el que la economía estadounidense se encuentra en riesgo de recesión y enfrenta una crisis bancaria, como lo evidenció el colapso del Silicon Valley Bank en marzo pasado, considerado el centro financiero de gran parte del ecosistema de startups y nuevas empresas.
A pesar de estos desafíos, el impulso siempre ha sido un factor determinante en el ámbito tecnológico y los inversores temen perderse oportunidades, aunque se preocupen por las valoraciones excesivas. Tras un 2022 desalentador, en el cual el Nasdaq perdió un tercio de su valor, el foco se centró en la reducción de costos y la eficiencia. Los recortes masivos de empleo en compañías como Alphabet, Meta y Amazon, junto con numerosas empresas más pequeñas, allanaron el camino para una recuperación de las ganancias y una perspectiva más realista de crecimiento.
En este contexto, Meta y Tesla, fuertemente golpeadas el año pasado, han más que duplicado su valor en lo que va de 2023. Alphabet, tras una caída del 39% en 2022, ha experimentado un aumento del 36%. Ninguna de estas empresas existía la última vez que el Nasdaq tuvo un mejor comienzo de año. Mientras tanto, la atención se ha desplazado hacia la inteligencia artificial (IA) y, específicamente, hacia los chatbots generativos, sistemas basados en IA capaces de brindar respuestas inteligentes y conversacionales a través de consultas en texto.
En este ámbito, OpenAI, respaldada por Microsoft, ha alcanzado notoriedad con su programa ChatGPT, posicionándose en el primer lugar de la lista CNBC’s Disruptor 50. Además, los inversores han depositado su confianza en Nvidia, cuyos chips impulsan las cargas de trabajo de IA en numerosas empresas líderes en innovación.
El crecimiento de Nvidia ha sido impresionante, con un aumento del 190% en la primera mitad de 2023, lo que ha llevado su capitalización de mercado a más de 1 billón de dólares. Según Bryn Talkington, socia gerente de Requisite Capital Management, Nvidia posee una posición única en el mercado de la IA y las grandes empresas que trabajan en este campo deben invertir considerablemente en la tecnología de Nvidia.
Aunque la tecnología ha sido la estrella indiscutible en los mercados de acciones durante la primera mitad de 2023, existen señales de advertencia para la segunda mitad del año. Las preocupaciones económicas globales persisten, como la incertidumbre en torno a la guerra entre Rusia y Ucrania y las tensiones comerciales con China. Además, las tasas de interés a corto plazo han superado el 5%, lo que brinda a los inversores la oportunidad de obtener rendimientos libres de riesgo de un dígito medio en certificados de depósito y cuentas de ahorro de alto rendimiento.
Por otro lado, el mercado de ofertas públicas iniciales (OPI) en el sector tecnológico ha estado notablemente ausente, ya que las empresas emergentes aguardan a pesar del creciente entusiasmo en la industria. No ha habido una OPI respaldada por capital de riesgo relevante en Estados Unidos desde finales de 2021, y los inversores y banqueros anticipan que la segunda mitad del año se mantendrá tranquila, ya que las empresas buscan mayor previsibilidad en sus resultados financieros.
