El índice S&P 500 cerró el viernes en su nivel más alto en casi un año, pero eso no significa que las acciones estén listas para una corrida alcista todavía.
El índice de amplia base cerró el 26 de mayo por encima del nivel de 4.200 puntos por primera vez desde agosto de 2022, cuando el mercado comenzó a caer y cayó bruscamente hasta el mínimo del año pasado, alrededor de 3.577 en octubre.
El S&P 500 terminó la semana pasada con un aumento del 1,8%, llegando a aproximadamente 4.282, lo que marca su mejor ganancia semanal desde finales de marzo.
Entonces, ¿qué provocó que el índice de amplia base finalmente rompiera su nivel de resistencia? Las ganancias fueron impulsadas por tres actualizaciones clave que los inversores celebraron:
▸ El Congreso aprobó el acuerdo sobre el techo de la deuda, allanando el camino para que el proyecto de ley sea firmado por el presidente Joe Biden y poniendo fin a semanas de turbulencia en Wall Street sobre las posibles consecuencias catastróficas de un incumplimiento de la deuda.
▸ Los funcionarios de la Reserva Federal indicaron que es probable que el banco central se tome un respiro en cuanto a la subida de las tasas de interés en su reunión de junio, después de diez incrementos consecutivos.
▸ El informe de empleo de mayo mostró un aumento de empleo más fuerte de lo esperado, pero la tasa de desempleo aumentó y el crecimiento de los salarios se desaceleró.
«Ha sido mucho más fácil para los alcistas tomar la delantera con los vientos favorables de la inteligencia artificial y el techo de la deuda proporcionando impulso. Mientras tanto, los bajistas están cansados de enfrentarse a los alcistas implacables y no logran avanzar», escribió el viernes José Torres, economista senior de Interactive Brokers.
Durante meses, los inversores han debatido qué hará que el S&P 500 supere el rango de negociación de aproximadamente 3.800 a 4.200 en el que ha estado atrapado en los últimos seis meses, ya sea al alza o a la baja. Ahora que el índice ha logrado romper el nivel superior de resistencia, surge la pregunta: ¿Tiene esta subida potencial continuidad?
No necesariamente. Hay varias razones para creer que las acciones podrían volver a caer por debajo de 4.200 en el corto plazo, según Adam Turnquist, estratega técnico principal de LPL Financial.
Una preocupación es que gran parte del avance del 11,5% del índice este año ha sido impulsado por grandes ganancias en acciones de tecnología de mega capitalización, mientras que las acciones de mediana y pequeña capitalización han quedado rezagadas. Una versión ponderada por igual del S&P 500 ha subido solo alrededor del 1,5% en lo que va del año.
Eso significa que las acciones tecnológicas que han impulsado las ganancias del mercado bursátil este año están sobrecompradas y es probable que los inversores obtengan ganancias a medida que suban, según Turnquist.
«Definitivamente existe la posibilidad de una corrección o una consolidación a medida que nos acerquemos a ese nivel de 4.300», dijo.
Después de evitar la posible catástrofe del techo de la deuda esta semana, el Departamento del Tesoro comenzará a vender bonos como loco. Eso también podría crear cierta competencia para las acciones, lo que potencialmente podría llevar a la baja los precios de las acciones.
La buena noticia es que es probable que el S&P 500 vuelva a operar dentro del rango de 3.800 a 4.200, lo que significa que cualquier desventaja, al menos en el corto plazo, probablemente será limitada, según Turnquist.
Pero otro riesgo es la posibilidad de comentarios agresivos por parte de la Reserva Federal en su conferencia de prensa posterior a la reunión del 14 de junio, dice, agregando que «eso sin duda desencadenaría una corrección, potencialmente un aumento en las tasas de interés y eso sin duda afectaría al sector tecnológico».
