Producción de gasas quirúrgicas en Cuba cae a cero, a pesar de una demanda de 23 millones de m2

Producción de gasas quirúrgicas en Cuba cae a cero, a pesar de una demanda de 23 millones de m^2

La textilera de Santa Clara, reconocida por su contribución a la producción de gasas quirúrgicas en el país, continua paralizada por la falta materia prima importada, lo cual ha generado una crisis en las instituciones hospitalarias que dependen de este vital material para brindar atención médica.

En una entrevista exclusiva con el diario oficialista Vanguardia, Víctor Alejandro Pérez Fusté, director de la empresa, recordó con nostalgia los años de «florecimiento» que experimentó la industria entre 2014 y 2015. En aquel entonces, los 64 telares operaban en tres turnos diarios, produciendo 23 millones de metros cuadrados de gasas quirúrgicas al año, satisfaciendo así la demanda nacional. Sin embargo, el país cada día está peor y las autoridades no ofrecen soluciones evidenciando un Estado Fallido.

La textilera de Santa Clara solía suministrar las gasas quirúrgicas en grandes formatos a la Empresa de Materiales Higiénico Sanitarios Mathisa, quienes se encargaban de su comercialización tras su transformación en tamaños más pequeños. Sin embargo, desde noviembre de 2022, a pesar de que se asignó financiamiento para importar la hilaza, principal materia prima de las gasas quirúrgicas, la burocracia comunista ha impedido que la fábrica pueda producir nuevamente.

Según Pérez Fusté, lo único que puede hacer es evitar el deterioro de los telares, manteniendo una producción mínima de otros productos como hilo de coser.

Las gasas quirúrgicas desempeñan un papel fundamental en los procedimientos quirúrgicos, siendo elementos indispensables para garantizar la esterilidad y prevenir infecciones. Estas gasas, fabricadas con materiales absorbentes y estériles, protegen los tejidos y órganos expuestos durante la cirugía, minimizando el riesgo de complicaciones postoperatorias y promoviendo una pronta y exitosa recuperación del paciente.

Además, la textilera de Santa Clara enfrenta otro desafío: la fuga de trabajadores calificados debido a los largos periodos de inactividad. Los obreros y especialistas buscan empleo en otros sectores y rara vez regresan. Para contrarrestar esta situación, la empresa se ve obligada a buscar fuerza laboral en municipios cercanos, lo cual representa un costo adicional debido al transporte diario que deben proporcionar.

«Trabajamos con rutas de Camajuaní, Placetas, Calabazar de Sagua y Manicaragua, y otras tres de Santa Clara. Moverlos diariamente con ómnibus envejecidos constituye un reto, pero por la importancia de nuestras producciones de balance nacional, recibimos cierta protección», afirmó Pérez Fusté.

Asimismo, se ha implementado una estrategia de formación de relevo en el instituto politécnico industrial Casto Regino Martínez Montes de Oca, en las especialidades de técnico medio en Hilandería y Tejeduría. Sin embargo, la falta de incentivos salariales en el sector estatal hace que pocos jóvenes opten por quedarse a trabajar en la industria.

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