Las micros, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) que se han creado en Cuba bajo la aprobación minuciosa del régimen castrista realizaron en el primer cuatrimestre del año importaciones por 166 millones de dólares; una cifra que representa 56 veces más de que lo que exportan, lo cual reproduce la balanza comercial negativa que ha mantenido el Estado comunista a lo largo de las últimas décadas.
De acuerdo con el discurso del ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, durante la segunda Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), las Mipymes son responsables de la mayoría de las importaciones totales de Cuba entre enero y abril. De los 270 millones 294 mil 100 dólares en concepto de importaciones, un notable 61.6% es responsabilidad de esta forma de gestión.
La noticia evidencia lo que sucede en la economía de la calle, esa con la cual los cubanos chocan a diario. Las micros, pequeñas y medianas empresas privadas se han dedicado a importar todo tipo de cosas, especialmente comida, para terminar revendiéndolas en el mercado interno, sin aportar valor agregado. Son conocidas las ventas de cervezas, pollo, confituras y artículos de aseo que llegan de países como México, Estados Unidos y España.
“Este es un asunto que debemos de profundizar, porque si bien es cierto que está aprobado que las nuevas formas de gestión puedan importar para su producción, en los últimos meses hay una tendencia a la importación para la comercialización directa”, agregó Gil Fernández en una muestra de cinismo descomunal.
Es el propio régimen el que con su política económica controladora no propicia un escenario favorable para que, por ejemplo, en lugar de importar cerveza enlatada, se traiga la cebada, y en lugar de comprar pollo al “enemigo imperialista”, se importe pienso para criar a las aves dentro de Cuba.
En la actualidad, operan 7.880 Mipymes dentro del sistema empresarial cubano, a partir de su implementación desde septiembre de 2021. La mayoría de ellas pertenecen al sector privado, pero son variados los ejemplos de que los dueños que tienen la opción de participar en el comercio exterior poseen un sólido entramado de relaciones de amistad o familiaridad con miembros del aparato militar y/o gubernamental.
