En un sorprendente giro de los acontecimientos, el sueño de ser propietario de una vivienda se está desvaneciendo para un número creciente de estadounidenses. Según una encuesta reciente de Gallup publicada el martes, solo el 21% de los encuestados cree que ahora es un buen momento para comprar una casa. Esta cifra representa el porcentaje más bajo jamás registrado en el historial de encuestas de Gallup, que se remonta a 1978. Por el contrario, un abrumador 78% de los consumidores ven el presente como un período desfavorable para realizar una inversión tan importante.
«La encuesta revela una disminución significativa en el número de estadounidenses que lo perciben como un buen momento para comprar una casa», indicó el informe. «Solo durante los últimos dos años, Gallup encontró que menos de la mitad de los estadounidenses expresaron optimismo sobre la compra de una casa en el mercado inmobiliario predominante. Estos sentimientos sombríos hacia la compra de una vivienda son consistentes en varios grupos demográficos».
El mercado de la vivienda se congeló profundamente el verano pasado cuando la Reserva Federal aumentó agresivamente las tasas de interés en un intento por suprimir la alta inflación. La combinación del aumento de los costos de endeudamiento y la inflación resultó ser un golpe letal, que obligó a numerosos compradores potenciales a salir del mercado.
Sin embargo, datos recientes publicados el mes pasado indican una lenta recuperación en el mercado de la vivienda, aunque aún no ha vuelto a los niveles previos a la pandemia. Las ventas de viviendas usadas han retomado su trayectoria descendente y ahora son un 22% más bajas que hace un año. La confianza de los constructores de viviendas, si bien mejora, sigue siendo moderada, y los precios de la vivienda están nuevamente al alza, rompiendo una racha de caídas de siete meses.
A medida que los precios de la vivienda continúan aumentando, haciéndose cada vez más inaccesibles para muchos estadounidenses, su confianza en el mercado inmobiliario se ha desplomado. «Es probable que el pesimismo de los estadounidenses sobre la compra de viviendas refleje los altos precios y las tasas de interés que conspiran para hacer que los pagos de la hipoteca sean menos manejables», sugirió la encuesta. «Estas actitudes pueden disuadir a muchos posibles compradores de vivienda de ingresar al mercado».
A pesar del pesimismo que prevalece en torno al estado del mercado de la vivienda, los estadounidenses aún perciben los bienes raíces como una inversión superior a largo plazo en comparación con las acciones, el oro y otras alternativas. Sin embargo, algunos consumidores se están preparando para una posible caída de los precios durante el próximo año. Como los precios de las viviendas han comenzado a caer en varias regiones del país, menos estadounidenses anticipan un aumento en el valor de las viviendas en su área durante el próximo año. Aproximadamente el 56% de los encuestados espera que los precios aumenten, mientras que el 25% cree que se mantendrán estables. Solo el 19% de los encuestados prevé una disminución de los precios.
La encuesta se realizó entre el 3 y el 25 de abril, coincidiendo con un período en el que la tasa fija de la popular hipoteca a 30 años se disparó al 6,39%.
