Un nuevo caso de detención de un cubano que entró por la frontera de Estados Unidos hace meses y recibió una I-220B se dio en las últimas horas en Miami. El ciudadano fue llamado por los oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) con la promesa de una cita rutinaria, pero al llegar a las oficinas nunca más salió.
Según declaró su esposa al canal América Tevé, lo único que sabe es que están preparando su traslado para el centro de detención en Krome donde posiblemente forme parte del listado del próximo vuelo de deportación hacia Cuba.
La joven madre cubana llegó hasta las afueras del centro de detención para protagonizar una protesta junto a un amplio grupo de compatriotas que se oponen a las deportaciones, toda vez que sus familiares ya fueron admitidos por oficiales de inmigración al llegar a la frontera de EEUU.
“Mi esposo se presentó una cita en la oficina de grillete porque lo llamaron ayer que se tenía que presentar hoy en la oficina, que era para una cita de 10 minutos, que eso iba a ser rápido, y que de ahí iba a seguir para su trabajo. Todo fue una trampa. Ellos lo estaban esperando ahí para detenerlo”.
Otro manifestante dijo que “somos personas de bien, tenemos familia, yo tengo un niño chiquito, mi mujer está embarazada de cinco meses. Aquí todo el mundo ha hecho una vida y ahora mismo tenemos miedo ser deportado a Cuba”.
“Esto es injusto, es una tortura mental que tiene estos muchachos (…) Me los van a matar llevarlo para allá. Llegar a Cuba es la muerte”, refirió otro familiar de un cubano que corrió con la misma suerte.
En horas de la tarde de este 10 de mayo se produjo el segundo vuelo de deportación en menos de un mes que salió con destino a La Habana desde el sur de la Florida. Según el periodista Mario J. Pentón aún se desconoce la cantidad de cubanos que fueron trasladados de vuelta a la Isla. Sin embargo, se trata de una señal de la administración de Joe Biden para advertir a los cubanos que no intenten ingresar ilegalmente a EEUU, pues serán deportados.
No obstante, el propio mandatario demócrata dijo en septiembre pasado que no sería “racional” deportar personas a Cuba, Nicaragua y Venezuela por la naturaleza dictatorial de los gobiernos totalitarios que gobiernan esos países. Biden ha incumplido su palabra a pesar de que el Departamento de Estado reconoce que en Cuba se violan los derechos humanos y tiene al gobierno en un listado de personas que patrocinan el terrorismo.
