El lunes por la mañana, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de EEUU (FDIC, por sus siglas en inglés) intervino el maltrecho First Republic Bank, convirtiéndolo en la segunda quiebra bancaria más grande en la historia de Estados Unidos. Para evitar más turbulencias bancarias en el país, los reguladores vendieron rápidamente todos sus depósitos y la mayoría de sus activos a JPMorgan Chase Bank.
Con sede en San Francisco, First Republic es el tercer banco mediano en irse a la quiebra en dos meses, después de los colapsos de Silicon Valley Bank y Signature Bank a principios de marzo. Inversionistas y depositantes estaban cada vez más preocupados de que no sobreviviera debido a la gran cantidad de depósitos no asegurados y la exposición a préstamos con tasas de interés bajas.
La FDIC indicó la mañana del lunes que las 84 sucursales de First Republic Bank en ocho estados reabrirán como sucursales de JPMorgan Chase Bank y los depositantes tendrán acceso total a todos sus depósitos. Esto significa que los clientes del banco quebrado no perderán su dinero y podrán seguir operando con normalidad en los mismos lugares.
Los reguladores trabajaron desde finales de la semana pasada y durante el fin de semana para trazar un camino a seguir antes de que abrieran los mercados bursátiles de Estados Unidos. Solicitaron ofertas por los activos de First Republic Bank y una vez más recurrieron a JPMorgan Chase, el banco más grande del país, el cual tiene una reputación de negociador en tiempos de crisis.
Funcionarios del Tesoro también contrataron a JPMorgan el mes pasado para encabezar un paquete de financiación de 30.000 millones de dólares para First Republic. «Nuestro gobierno nos invitó a nosotros y a otros a dar un paso al frente, y lo hicimos», dijo Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase.
Al 13 de abril, First Republic contaba con aproximadamente 229.000 millones de dólares en activos totales y 104.000 millones en depósitos totales, afirmó la FDIC. La agencia federal también estimó que su fondo de seguro de depósitos recibirá un golpe de 13.000 millones de dólares al colocar a First Republic en bancarrota. Su rescate de Silicon Valley Bank le costó al fondo una cantidad récord de 20.000 millones de dólares.