La primera estimación de crecimiento de la economía de Estados Unidos que divulgó hace unas horas el Departamento de Comercio está por debajo de las expectativas que tenían los analistas lo cual renovó las preocupaciones sobre la llegada de una recesión en los próximos meses.
De acuerdo con las cifras oficiales, entre enero y marzo el Producto Interno Bruto de EEUU creció a una tasa anualizada de 1.1%, después de registrar un 3.2% de julio a septiembre de 2022 y un 2.6% de octubre a diciembre. Hay una clara tendencia a la desaceleración.
Con estos datos, ahora se predice que el crecimiento se debilitará aún más en el trimestre actual (abril a junio) alcanzando un 0.3% que es casi el estancamiento. Según la firma de datos FactSet, una gran responsabilidad en el disminuido crecimiento la tienen las ventas minoristas que seguirán experimentando el desplome visto en febrero y marzo.
“La economía tuvo menos impulso al comienzo de este año de lo que se pensaba”, significó en un reporte Andrew Hunter de Capital Economics. “Seguimos esperando que el lastre de las tasas de interés más altas y el endurecimiento de las condiciones crediticias empujen a la economía hacia una recesión leve pronto”.
Sin embargo, el gasto de los consumidores (consumo interno) principal motor de la economía estadounidense se mantiene a niveles calificados por los economistas como “impresionante” a pesar de nueve aumentos de tasas de la Reserva Federal lo cual conlleva a mayores costos de acceso a los préstamos. Toda la economía de EEUU se basa en la deuda y los ciudadanos siguen con su nivel de vida a pesar de que con alta inflación eso los lleva a endeudarse más. Así lo registran las cifras de las tarjetas de crédito.
El panorama económico mundial también parece más sombrío, ya que el Fondo Monetario Internacional rebajó recientemente su pronóstico de crecimiento económico mundial, citando el aumento de las tasas de interés, la incertidumbre financiera y la inflación crónica. Esto podría tener un efecto dominó para los exportadores estadounidenses.
Por su parte, el mercado laboral sigue sólido. La contratación se ha mantenido fuerte en lo que va del año, aunque se ha desacelerado de enero a marzo producto de la concreción de los despidos anunciados por varias empresas sobre todo del sector tecnológico.