El régimen castrista reconoció oficialmente que ha empezado a incursionar en la recopilación y análisis de datos digitales generados por sus ciudadanos que interactúan en las plataformas digitales y/o dejan sus registros en instituciones del Estado. Todo como parte del control de la sociedad en la era digital.
La mayor parte de la información proviene de las tecnologías que se están popularizando en la isla, como aplicaciones de comercio electrónico, reservas de pasajes de autobús y registros de flujo de pasajeros en aeropuertos.
El Consejo Nacional de Innovación, presidido por el primer ministro Manuel Marrero Cruz, ha destacado en su última sesión la importancia de los sistemas de captación y análisis de datos para la toma de decisiones gubernamentales. Sin embargo, el manejo de esta información plantea preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios digitales.
Según el Dr. Alejandro Lage Castellanos, director del Centro de Sistemas Complejos de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana, se está trabajando en el desarrollo de metodologías que utilicen la información proporcionada por los teléfonos móviles controlados por el monopolio Etecsa-Cubacel.
El medio oficialista Cubadebate indica que se han iniciado estudios sobre procesos epidemiológicos durante la pandemia del coronavirus, flujos poblacionales en La Habana, movimientos en aeropuertos y uso del transporte nacional, entre otros fenómenos.
Omara Aldama López, directora de Infocomunicaciones del Palacio de la Revolución, opina que es crucial que los líderes del Partido Comunista y el Gobierno contribuyan a la creación de un ecosistema de herramientas para recolectar, procesar, analizar y visualizar datos e información de interés.
El sistema educativo cubano también está adoptando el Big Data y la Inteligencia Artificial aplicada al procesamiento de datos. La Universidad de La Habana ha creado la carrera de Ciencia de Datos, y entre sus primeros estudiantes se encuentran cadetes del Ministerio del Interior (Minint) y las Fuerzas Armadas.
