Una vez más, los cubanos denuncian los problemas que enfrentan con los servicios postales a cargo del monopolio estatal Correos de Cuba. Según la denuncia de Odalys María Bringas Matos, reflejada por el diario oficialista Girón, tuvo que esperar tres meses para recibir una carta certificada que solo debía recorrer 190 kilómetros, la distancia que hay entre los municipios de Mariel (Artemisa) y Colón (Matanzas).
La mujer relata que la misiva le fue enviada desde octubre de 2022 y, luego de mucho reclamar, finalmente le fue entregada en enero de 2023. En sus múltiples visitas a la oficina de Correos de Colón, recibió evasivas por parte de los trabajadores estatales.
De hecho, al trascender la denuncia en el medio oficialista, el director general de la empresa Correos de Cuba en la delegación de Matanzas dijo que al revisar el caso se desestimó “la ocurrencia de incidentes que violen las normas establecidas para el tratamiento postal”. Es decir, para las pautas de la empresa es normal que una carta con envío nacional a menos de 200 km entre origen y destino se demore tres meses.
Ante la respuesta del directivo, al propio periodista oficialista Fernando López Duarte no le quedó otra salida que cuestionar las normas, pues son ineficientes e incomprensibles para los momentos actuales.
“Consideramos ineficiente el proceso, al tratarse de una carta certificada que se clasifica ¡siete días después de haber sido depositada en el buzón! Luego, la morosidad resultó mucho más evidente en el tránsito por el centro de Tratamiento Postal Nacional y la Oficina de Cambio Internacional, según refleja el citado informe”, señaló López Duarte.
Otras ineficiencias de Correos de Cuba
A inicios del mes de marzo, la cubana Dayana Yoder, residente en Estados Unidos, denunció en Facebook que Correos de Cuba le había robado varios artículos de dos cajas que envió desde el país norteño a su familia en la Isla.
Según su testimonio, cada paquete tenía un peso de 44 libras, pero en las oficinas de Correos de Cuba le sustrajeron varias cosas y luego cerraron la caja con precinta, como si nada hubiese sucedido. Esta situación es cada vez más común en la nación antillana, lo que genera un gran malestar entre los cubanos que viven en el exterior y que se esfuerzan por enviar ayuda a sus seres queridos.
Por otra parte, la propia empresa ha sido cuestionada en los últimos meses por la falta de sellos timbrados que se comercializan en sus sucursales. Según los dirigentes nacionales, ellos no tiene la culpa, pues la demanda superó varias veces la oferta, a partir de las nuevas normativas internacionales y nacionales puestas en vigor, que no se “previeron”, como la aprobación en España de la Ley de Memoria Democrática.
