La Reserva Federal de Estados Unidos ha aumentado un cuarto de punto porcentual las tasas de interés, pero ha señalado que está a punto de detener nuevos aumentos en los costos de los préstamos en medio de la reciente agitación en los mercados financieros provocada por el colapso de dos bancos estadounidenses.
La medida fijó la tasa de interés de referencia a un día del banco central de EE. UU. en el rango de 4.75% a 5.00%, con proyecciones actualizadas que muestran que 10 de 18 formuladores de políticas de la Fed aún esperan que las tasas aumenten otro cuarto de punto porcentual para fines de 2023.
Este cambio es impulsado por las quiebras repentinas de dos bancos, lo que ha llevado a la Fed a eliminar el lenguaje que decía que los «aumentos continuos» en las tasas probablemente sean apropiados. A pesar de que el sistema bancario de EE. UU. es «sólido y resistente», es probable que la tensión reciente en el sector bancario «resulte en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas y afecte la actividad económica, la contratación y la inflación».
Por lo tanto, la Fed está preparada para usar todas sus herramientas según sea necesario para mantener el sistema bancario sano y salvo.
Jerome Powell, presidente de la Fed, abrió su conferencia de prensa posterior a la reunión con comentarios centrados en la reciente crisis bancaria, buscando tranquilizar a los depositantes, consumidores y empresas de que el sistema era sólido después de la serie de acciones que el banco central y otros reguladores han tomado en los últimos dos semanas.
Dijo que los funcionarios «están preparados para usar todas nuestras herramientas según sea necesario para mantenerlo sano y salvo». Aunque la medida de la Fed llevó a una caída inicial en los rendimientos de los valores del Tesoro y un aumento en las acciones, el índice de referencia S&P 500 cayó alrededor de un 0,25% en las operaciones de la tarde. El dólar también se debilitó frente a una cesta de monedas de los principales socios comerciales.
Los expertos sostienen que la Fed ha estado asustada por las turbulencias bancarias, especialmente por Silicon Valley Bank, que puede ser un potencial depresor de la inflación. La tensión reciente en el sector bancario puede afectar la actividad económica, la contratación y la inflación, aunque es demasiado pronto para determinar los resultados de esos efectos.
La nueva declaración de política no presumía que se había ganado la batalla contra la inflación y dejó abierta la posibilidad de que un aumento adicional de la tasa de un cuarto de punto porcentual, tal vez en la próxima reunión de la Fed.
