Los bonos AT1 son un tipo de bono híbrido utilizado por los bancos para reforzar su capitalización. La «AT» significa «Acción Temporal», lo que significa que los titulares de estos bonos son los últimos en la fila para recuperar su inversión si el banco se encuentra en dificultades financieras.
Estos bonos son diferentes de los bonos convencionales en que su rendimiento es más alto, lo que significa que los inversores reciben una tasa de interés más alta a cambio del mayor riesgo que asumen al invertir en ellos. Además, los bonos AT1 pueden ser cancelados o convertidos en acciones del banco emisor si este enfrenta dificultades financieras.
Los bonos AT1 se hicieron populares después de la crisis financiera mundial de 2008, cuando se reconoció la necesidad de que los bancos tuvieran una mayor cantidad de capital de respaldo para protegerse contra las pérdidas y los riesgos financieros. Aunque los bonos AT1 son una herramienta útil para los bancos para reforzar su capitalización, también pueden ser complicados y riesgosos para los inversores individuales, por lo que es importante que los inversores comprendan completamente los riesgos antes de invertir en ellos.
En los últimos años, ha habido varios casos importantes de bancos que han quebrado o han estado al borde de la quiebra debido a los problemas en sus bonos AT1. Algunos de los casos más destacados incluyen:
- Banco Popular: En 2017, el Banco Popular de España fue adquirido por el Banco Santander por 1 euro debido a sus problemas financieros, que incluían la emisión de bonos AT1 que se encontraban en situación de quiebra.
- Banca Monte dei Paschi di Siena: En 2016, el banco italiano Banca Monte dei Paschi di Siena se encontraba en graves dificultades financieras debido a su gran exposición a préstamos incobrables y otros problemas. El banco emitió bonos AT1 para recapitalizarse, pero estos se convirtieron en prácticamente sin valor después de la crisis.
