Desde su creación, las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) fueron impopulares, pues el pueblo cubano no tiene acceso a esa moneda, ya que percibe su salario en pesos cubanos (CUP).
Ahora, durante las últimas horas, se ha generado una gran ola de insatisfacción en las redes sociales, al revelarse los productos de altísima gama que se comercializan en esos espacios, como un vino español en 1.270 MLC.
La cubana identificada como Lisandra Martín publicó una serie de fotografías que tomó en varias tiendas en MLC de la ciudad de Holguín. Allí se encontró con una amplia variedad de productos gourmet importados desde España, como “freidoras eléctricas, cafeteras, luces de navidad y TODA la línea de desinfectante, desincrustante, ambientador y limpiador de pisos”.
Sin embargo, la sección de vinos ha resaltado entre lo más impactante. Por ejemplo, una botella de Roda I Reserva 2005 está valorada en 398.5 MLC, una cifra que significa más de siete veces el precio que esa misma botella tiene en los supermercados de España, donde se comercializa de forma minorista a 53.1 euros.
Asimismo, el vino Rioja Viña Tondonia cuesta 227.5 MLC. Pero la bebida alcohólica que más ha llamado la atención es una botella de La Faraona, cuyo precio está fijado en la extravagante cifra de 1270.5 MLC.
Ante estos hechos, Martín cuestionó por qué ese tipo de bebidas se importan con dinero público, cuando los cubanos no pueden permitirse comprarlas, y otros productos alimenticios de menor gama pudieran ser comercializados sin tan amplios márgenes de ganancia.
“¿Cómo puede haber dinero para la agricultura si seguimos gastando los escasos recursos financieros en abastecer las tiendas de MLC con una cantidad impresionante de productos que nadie, absolutamente nadie, comprará?”, dijo por su parte el cubano identificado en Facebook donde como Carlo Camilo.
“Todo esto sucede a simple vista, sin vergüenza, sin remordimientos por parte de los inescrupulosos que gastan millones de divisas para su beneficio personal”, comentó otro usuario, cuyas palabras fueron interpretadas por muchos como directamente dirigidas al conglomerado militar Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA).
Cuando el régimen cubano comenzó la dolarización de la economía con la creación de las tiendas en MLC, prometió que solo llevaría a estas unidades equipos electrodomésticos y de ferretería que no fueran de primera necesidad. Según los comunistas, el objetivo era recaudar divisas y con esas ganancias surtir el mercado de las tiendas en CUC.
Meses después, anunciaron la unificación monetaria que eliminó el CUC y con ello fueron proliferando cada vez más las tiendas en MLC, en las cuales se comenzaron a vender artículos de primera necesidad, como alimentos y productos de aseo. Las promesas fueron a la basura una y otra vez.
Por su naturaleza, el acceso a estos mercados es prohibitivo para el pueblo cubano, que no percibe ingresos en divisas internacionales. El propio régimen castrista estableció una tasa oficial de cambio entre el peso cubano y el dólar estadounidense de 120 por uno. El salario promedio en el país asciende a 4.200 CUP, lo cual significa 35 dólares al mes.
