Al parecer, el portal oficialista Cubadebate se dio por enterado de la enorme crisis de los suministros anticonceptivos que hay en Cuba y expuso escandalizado los precios que alcanzan los condones, medicamentos e inyecciones en el mercado negro tras el desabasto en las farmacias estatales.
Ante la incapacidad del Estado, que dice ofrecer salud gratuita y de calidad para la población, el sector privado se ha encargado de cubrir en parte la demanda, mediante la importación de anticonceptivos en sus viajes de compra al extranjero.
En una búsqueda por Internet, el medio estatal encontró que en el mercado informal los condones se venden entre 25 y 50 pesos cubanos (CUP) cada unidad. Si el comprador está dispuesto a quedarse con grandes cantidades, la venta mayorista suele ser más “atractiva”, con “ofertas” de 50 preservativos por 1.500 CUP, 100 unidades por 2.500 CUP o una caja de 144 piezas por 3.000 pesos. En cualquier caso, son precios inaccesibles para el bolsillo de un trabajador con los salarios establecidos por el régimen.
Con relación a las pastillas anticonceptivas, resultan igualmente caras, y mucho tiene que ver con la demanda de las mujeres cubanas que no quieren tener hijos, en gran medida por la compleja situación económica que atraviesa el país.
Por ejemplo, el precio de un blíster de Microgynom, cantidad suficiente para abarcar un ciclo de un mes, en el mercado informal se puede llegar a pedir 400 CUP. Mientras, un anticonceptivo intrauterino Multiload cuesta alrededor de 1.200 pesos y las vacunas trimestrales, como la Depo-Provera, unos 600 CUP.
Ante este panorama, algunos expertos alertan sobre la necesidad de que el gobierno cubano implemente políticas efectivas para garantizar el acceso a los métodos anticonceptivos y la educación sexual en todo el país, con el fin de prevenir embarazos no deseados, sobre todo en adolescentes, y enfermedades de transmisión sexual (IRS).
Recientemente, el Dr. Ramiro Espinosa González, jefe de sección de las ITS-VHI-Sida y las hepatitis virales desde 2011 en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM) de Cienfuegos, dijo que cuando había condones en la red de farmacias de Cuba y la caja de tres unidades costaba solo un peso, no se lograban detener las ITS.
“El condón es un eslabón de la cadena, importante, pero no cubre el amplio espectro de las enfermedades de transmisión sexual, hablamos del condiloma, del herpes y otras muchas que hoy circulan en la provincia (…) Cuando había en las farmacias también diagnosticábamos casos y las cifras eran elevadas cada año”, reconoció Espinosa González.
La falta de planificación familiar, además, puede afectar de forma directa la salud de las mujeres y su capacidad para llevar a cabo proyectos de vida personales y profesionales.
