Un “apagón total” mantiene a oscuras a todas las provincias cubanas, desde Matanzas hasta Guantánamo en la mañana de este sábado 18 de febrero, producto de una avería en la termoeléctrica del Mariel que provocó un disparo de frecuencia donde se desconectaron casi el 80% de los circuitos del país.
La debilidad de la infraestructura eléctrica de Cuba se puso de manifiesto una vez más cuando las dos unidades de la central termoeléctrica del Mariel salieron del sistema, lo cual provocó una caída en la frecuencia —parámetro de importancia vital en la distribución de la energía —, que las añejas, obsoletas y disfuncionales termoeléctricas del país no pudieron soportar.
En la última semana, Cuba ha vivido dos apagones masivos de electricidad y uno de telecomunicaciones, este último por parte de la compañía estatal Etecsa que dejó sin acceso a Internet por datos móviles ni llamadas telefónicas a los teléfonos celulares.
La anterior avería en el sistema eléctrico que dejó a oscuras a la mitad oriental del país se produjo como consecuencia de un incendio en un cañaveral situado debajo de la línea de 220 kV en las inmediaciones de la provincia de Sancti Spíritu y Ciego de Ávila.
El suceso provocó un sobrecalentamiento del aire que disparó las protecciones de la línea. Según el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, el disparo mostró que las protecciones actuaron de forma correcta, pero la inestabilidad y poca robustez del sistema eléctrico dio al traste con la salida de todas las termoeléctricas, algo que no sucedería si se contara con una generación por encima de los límites técnicos requeridos.
Bajo el actual mandato del dirigente, que asumió como ministro hace solo unos meses, no se han solucionado los problemas eléctricos del país, y ya van dos apagones masivos en apenas una semana. La realidad demuestra que el problema de Cuba es crónico y que los “movimientos de cuadros” que hace el Partido Comunista para aparentar que toman decisiones en mejoría del país es una simple jugarreta política.