Una buena gestión de la logística y de sus costes puede suponer una ventaja competitiva para las empresas. De ahí la importancia de comprender y estar al corriente de cuáles son los principales costes del transporte.
Sabiendo dónde se localizan los costes logísticos, las empresas podrán implementar estrategias para reducirlos o elegir medios de transportes más eficientes y económicos.
Costes del transporte
Comprenden todo lo relacionado con los vehículos, distribución, combustibles, recogida y entrega. Ahora bien, si una empresa apuesta por realizar su propio transporte en lugar de contratar a terceros, debe añadir los gastos de mantenimiento de su propia flota de vehículos.
Entre los costes más destacados encontramos la compra de vehículos, los peajes, seguros, aduanas, la gasolina y los salarios de los transportistas.
Cabe señalar que, a la hora de realizar transportes, es habitual que las empresas recurran a seguros de transportes de mercancías. Estos seguros protegen las mercancías de posibles eventualidades como deterioros y robos.
Respecto a los seguros, merece la pena mencionar que las compañías navieras tienen la obligación de contratarlos para el transporte de mercancías. Para ello, será necesario seleccionar el tipo de seguro más adecuado para el tipo de envío que pretenda realizarse.
Ahora bien, el transporte multimodal también supone otro elemento a analizar en los costes logísticos. Todo ello supone recurrir a diversos medios de transporte de mercancías. En este sentido, será fundamental la puntualidad en las entregas y recogidas al cambiar de medio de transporte.
En los cambios de medio de transporte podemos encontrar costes adicionales. Estos costes se cobran por la recogida y envío del contenedor al destinatario. De hecho, pueden cobrarse costes por servicios adicionales como tiempo, lugar de carga y maquinaria empleada en las operaciones de carga y descarga.
Igualmente, se hace imprescindible una buena gestión de los inventarios para coordinar los distintos medios de transporte. En casos de demora, es posible recurrir a medios de transporte más rápidos, aunque por lo general más caros, para poder cumplir con los plazos pactados. Un claro ejemplo sería cambiar un envío terrestre por un envío aéreo.
Gestión de inventarios
Este tipo de costes se refieren a la gestión del almacén, al modo en que se satisface la demanda y a la cantidad de unidades almacenadas.
Así, una acumulación excesiva de existencias puede perjudicar a la empresa, puesto que los productos ocupan espacio en el almacén sin generar ingresos. Por el contrario, un nivel de existencias insuficientes puede dar lugar a las temidas roturas de stock y dejar desabastecidos a los clientes.
Las causas que pueden incrementar los costes de almacenamiento son muy variadas. Entre ellas encontramos predicciones erróneas de la demanda de consumo, un mal seguimiento de la mercancía, escasa rotación de las existencias, cuellos de botella en la producción, retrasos en las entregas y mercancías dañadas o defectuosas.
De producirse errores en la gestión de existencias, pueden causar graves problemas en las cadenas logísticas. Por ello, es importante la revisión de los datos históricos y el establecimiento de un sistema adecuado de clasificación de las existencias.
Costes de personal
Los transportistas no son el único elemento humano relacionado con el transporte de mercancías. Hay que tener en cuenta que son numerosos especialistas los que toman parte en las cadenas de suministros.
Por ello, encontramos, directores de departamentos logísticos, administrativos de almacén, carretilleros y estibadores, entre muchos otros. Así pues, los costes asociados al personal suelen ser los relacionados con sueldos, comisiones, incentivos, formación y capacitación.
Debido a que el transporte marítimo es el gran pilar del comercio internacional, cobran especial relevancia los estibadores portuarios. De hecho, se ha demostrado que los conflictos laborales con los estibadores portuarios pueden provocar graves retrasos y, por ende, tienen consecuencias negativas sobre la actividad económica y empresarial.
Embalaje de la mercancía
Gracias a los embalajes es posible proteger los productos y garantizar una entrega segura al destinatario.
Sin embargo, no solo se trata de evitar que las mercancías sufran daños. Los responsables de logística, los transportistas y los técnicos de almacén deben estar al corriente de las dimensiones de los recipientes. Este es el caso de los palés.
Por ejemplo, el palé universal, con unas dimensiones de 1.200 milímetros por 1.000 milímetros. Otro palé ampliamente utilizado es el europalé, de 1.200 milímetros por 800 milímetros, ampliamente empleado para el transporte y almacenamiento de mercancías en el continente europeo.
Por tanto, habrá que buscar un equilibrio entre la reducción de costes de embalaje, el número de unidades transportadas y la resistencia de los embalajes.
Impuestos y aranceles
Dependiendo del valor de la mercancía transportada, se deberán costear una serie de aranceles e impuestos. Generalmente, se pagan en las aduanas de los países de destino.
Lo habitual es que sea el importador quien pague los aranceles. Cabe destacar que los aranceles pueden superar ampliamente el coste del transporte. Por ello, a la hora de realizar envíos internacionales de mercancías, es necesario valorar los posibles costes que puedan suponer los aranceles.
El importe de los aranceles se establecerá al código HS, que es un código arancelario.
Dado que el transporte marítimo abarca el 90% del comercio mundial, tomemos un ejemplo de cómo se calculan los aranceles para el transporte marítimo. Así, se pagará un porcentaje sobre el valor de la mercancía, el coste del flete y el seguro.
Ahora bien, en caso de que el país de destino haya implementado medidas contra el comercio desleal o contra precios excesivamente bajos, es posible que deban afrontarse aranceles que ronden el 50%.
Un impuesto a tener en cuenta en Europa es el IVA. Y es que las importaciones procedentes de países no miembros de la Unión Europea deben tributar por el IVA. De este modo, el IVA se obtiene aplicando el correspondiente porcentaje al valor de los productos importados, el coste del seguro y el coste del flete.
Otros gastos que deben afrontarse en el transporte internacional de mercancías son los despachos de aduanas. Estos gastos se abonan por la tramitación de las mercancías y la comprobación del envío. No obstante, si los comparamos con otros impuestos y aranceles, son mucho menos elevados.
Retrasos
En el exigente mundo del comercio internacional, los retrasos suponen penalizaciones económicas, es decir, costes añadidos. Entre las causas que provocan un retraso pueden encontrarse los puertos congestionados, atascos en carretera, inspecciones de las autoridades o embotellamientos en los centros logísticos.
En el transporte marítimo, las compañías navieras ofrecen unos días libres en sus almacenes que cubren un cierto margen de retraso. Sin embargo, una vez cumplidos esos días, deberá abonarse el exceso de días.