El Gran Teatro de La Habana (GTH) “Alicia Alonso”, casa oficial del icónico Ballet Nacional de Cuba, seguirá cerrado al público, pues desde hace meses tiene comején en el techo y otras dificultades en la infraestructura que de momento no tienen fecha de solución.
De acuerdo con declaraciones al portal oficialista Cubadebate de Enmanuel George, subdirector del GTH, “las principales dificultades que tiene el teatro es por el comején en la carpintería y en los accesorios de madera en la sala García Lorca. Está afectado el falso techo, que es la ruta crítica de la instalación. Detrás de esa estructura hay una losa que tiene desprendimientos”.
Por tal motivo, las labores de reparación se complican, ya que hace falta una brigada que acceda a reparar el desprendimiento de la losa para luego intervenir en el falso techo y cambiar los elementos de madera comidos por las termitas.
“Entre ella y el falso techo hay unos 30 o 40 centímetros, por eso es imposible llegar desde el exterior y hay que desmontarlo. Eso implica un proceso delicado porque existen elementos artísticos, molduras de yeso y un lienzo específico que deben ser conservados. En el caso de la pintura hay que conseguir réplicas o una memoria digital de cómo son para conservar su valor patrimonial”, manifestó el directivo.
La otra opción fue la fumigación masiva para acabar con la plaga de termitas. En este sentido, Lillitsy Hernández Oliva, presidenta del Consejo Nacional de Artes Escénicas, explicó al citado medio que en Cuba no habían los líquidos adecuados para exterminar a los insectos neópteros eusociales, estrechamente emparentados con las cucarachas. Se pensó entonces en una compra en el extranjero, pero “el bloqueo de Estados Unidos” lo impidió, algo inconcebible, ya que en el mundo hay miles de proveedores de veneno para termitas.
“Se hizo una importación de líquidos a través de PALCO porque muchos de esos químicos no existen en Cuba. Aquí nos vuelve a afectar el bloqueo porque los productos estaban listos para ser transportados al país y la naviera que lo iba a hacer se retractó”, justificó Hernández Oliva.
El GTH, emplazado en el antiguo Teatro Tacón ubicado en el Paseo de Martí (Prado), entre San Rafael y San José, Habana Vieja, estuvo sometido a una reparación capital entre los años 2013 y 2015 para finalmente reabrir sus puertas en 2016, pero la falta de mantenimiento lo ha conducido a la situación actual.
En ese periodo, donde las autoridades argumentan haber gastado millones de pesos, fueron restaurados las fachadas, vestíbulos, palcos, cubiertas y tabloncillos. Además, se compró un nuevo mobiliario, telones, sistema de climatización, acústica, mecánica escénica, salones de ensayos para los bailarines y la orquesta, un estudio de grabación y más de 20 camerinos.
Ahora, en el plan del 2023 están destinados a la restauración del teatro un total de siete millones de pesos cubanos (CUP) que según la tasa oficial de cambio serían alrededor de 58.300 dólares. El flujo de dinero es bastante y los problemas no son resueltos.
“Cualquiera de las soluciones que los expertos e ingenieros sugieren, es costosa y serán realizadas en 2023, año que habrá mayor capacidad desde el monto de la inversión que se está asegurando para continuar recuperando el teatro”, sentenció Hernández Oliva.