El nuevo programa de visas humanitarias (parole) para ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití ya cumplió un mes de haber entrado en vigor desde que el pasado 6 de enero de 2023 se comenzaran a permitir las primeras aplicaciones ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés); sin embargo, se sigue generando aclaraciones, recomendaciones y sucesos casi a diario.
Ahora la embajada de EEUU en La Habana recomendó a los cubanos que no apliquen al nuevo parole mediante la solicitud que realiza un patrocinador al llenar el formulario I-134A en favor de un beneficiario, si la persona tiene abierto un proceso migratorio ante USCIS para emigrar a EEUU.
El llamado de atención tiene que ver con los “beneficios” que recibe el extranjero en EEUU al llegar por reclamación familiar u otro tipo de visa de inmigrante. Según los diplomáticos, si usted decide entrar en EEUU con visado de inmigrante, se le permite convertirse en residente permanente a su llegada al territorio estadounidense.
En cambio, si es admitido por un oficial de la CBP en el aeropuerto, luego de obtenido el permiso de viaje con el nuevo parole, los que se le ofrece es un periodo de permanencia máximo de dos años.
En cualquier caso, gracias a la Ley de Ajuste Cubano, estos migrantes pueden ajustar su estatus y obtener una residencia permanente tras pasar un año y un día de haber sido admitidos en territorio estadounidense. De igual forma, este nuevo parole le da la posibilidad de tramitar un permiso de trabajo y un número de seguro social para comenzar a insertarse en la sociedad, aún y cuando no haya transcurrido el tiempo para aplicar a la residencia permanente.
La otra ventaja de las nuevas visas humanitarias implementadas por la actual administración demócrata es el tiempo de procesamiento, que según la experiencia de este primer mes, los casos pueden resolverse en tan solo unas semanas. Ello representa una importante diferencia con relación a las visas de inmigrantes que se tramitan en la embajada de los Estados Unidos en La Habana, dónde hay casos de reunificación familiar que han pagado todos sus trámites hace casi ocho años y aún no obtienen el permiso para viajar a Estados Unidos ni han accedido a la entrevista consular.
Similar situación sucede con aquellos que optan por la visa K (fiancé) donde su prometido(a) o esposo(a) desde Estados Unidos reclama al ciudadano en Cuba y según los propios funcionarios consulares estadounidenses estos trámites tienen un tiempo de procesamiento superior a un año.
