Una investigación oficial del Ministerio de Salud Pública (Minsap) sumó dos muertes más de recién nacidos a las ocho previamente reconocidas el pasado mes de enero en el Hospital Ginecobstétrico de Diez de Octubre, en La Habana.
De acuerdo con la nota de prensa del Minsap, la Comisión Nacional creada para esclarecer este suceso identificó la existencia de un brote de infección en la sala de cuidados intensivos neonatales del hospital y determinó “que seis de los diez bebés que fallecieron tenían signos de sepsis con hemocultivos positivos a germen Gram negativo, y los demás fallecieron debido a otras causas, provocadas por su delicado estado de salud”.
La nota añade que “el brote estuvo vinculado a violaciones de medidas higiénico-sanitarias, las cuales se sumaron a problemas de aseguramiento de recursos que presentaba el centro en ese momento e implicaron afectaciones en la calidad de los procesos de atención a los pacientes”.
Por tal motivo la medida más severa que se tomó fue la separación del cargo de cinco directivos. “Se aplicaron 22 medidas administrativas a 19 cuadros de dirección de diferentes niveles y otros tres funcionarios y trabajadores. Además agrega que cinco de los principales directivos fueron separados de la entidad, otros seis removidos de su cargo, dos cambiados de puesto de trabajo y nueve resultaron amonestados.
Los cubanos no han tardado en reaccionar en las redes sociales: “Me parece que esas medidas se han quedado más que por debajo de lo que ameritaba la situación. Eso llevaba privación de libertad porque por negligencia, por falta de recursos o por lo que fuere se perdieron 10 vidas humanas. Era responsabilidad del personal del hospital velar por la higiene y más que eso, la esterilización del área de cuidados intensivos. Y los cuadros administrativos tienen también que responder por eso, con todo el peso de la ley. Para esas familias no hay consuelo y lo poco que pueda dar la justicia se ha ido por el caño”, indicó Arianne Pozo Hernández desde su cuenta en Facebook.
