El Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), declaró que la Isla se verá afectada por un déficit agudo de alimentos debido a varios factores, entre los que destacan, la tendencia decreciente de las plantaciones durante la temporada de cosechas del 2023, la disminución de importación de cereales en este año, y sobre todo, la alta inflación, que genera mayores tribulaciones en la mesa de los cubanos.
Fuentes oficiales de la FAO, declararon el 2023, un año de hambruna en la Mayor de las Antillas, lo que traerá a los ciudadanos cubanos miles de muertes por inanición en edades vulnerables, o enfermedades carenciales como la Neuropatía Periférica. Esta vez es el Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, quien se adelanta, y declara la emergencia alimentaria.
https://reliefweb.int/report/cuba/giews-country-brief-cuba-26-january-2023
El Comité Central del partido comunista de Cuba, la FAO, y el Programa Mundial de Alimentos son responsables por la hambruna que azota la Isla, luego de esconder las verdaderas estadísticas.
Según Orlando Linares Morell, director de División Tecnológica del Arroz, del Grupo Empresarial Agrícola de Cuba:”El Programa Integral del Arroz, un plan del Ministerio de Agricultura (MINAG) hasta el año 2030, no se cumplirá, pués, dice este funcionario, que de las 200 mil hectáreas de siembras necesarias para alcanzar las 600 mil toneladas del cereal, el plan actual es de solo 68 mil hectáreas”, asegura Linares Morell, quién agregó que:
“Pinar del Río, Sancti Spíritus, Granma y Las Tunas, son provincias donde los rendimientos agrícolas serán inferiores por la falta de fertilizantes e insumos”, dice este funcionario que salió a hacer control de daños en medio de la hambruna.
Las malas noticias también incluyen que la Isla solo importará 1,6 millones de toneladas de cereales durante el 2023, en total decrecimiento este indicador desde 2019, golpeado por una escasez de divisas debido a la baja en el turismo.
https://diariodecuba.com/cuba/1675177353_44930.htm
La FAO se desmarca de su complicidad con el partido comunista cubano y declara fallidos los programas agrícolas entre la Argentina y Cuba.
A mediados del 2022, Jorge Neme, Secretario de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal del Ministerio de Economía de la nación Argentina, junto con Nacira Muñoz, vicepresidenta del INTA y Luis Contigiani, subsecretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional en visita oficial a Cuba, invitados por la FAO, departieron junto al dictador, Miguel Diaz Canel Bermudez, los avances de los acuerdos firmados para la producción de maíz y soja, y la transferencia de tecnología agrícola a La Habana.
En esa ocasión Neme dijo:”Se ratificaron los lineamientos del proyecto agrícola, siendo importante la visita de un grupo de empresarios y técnicos del INTA, que pudieron visitar los distintos campos y obtener información con vista a dar impulso a un proyecto concreto”, aseguró Jorge Neme.
Por su parte, en aquella ocasión, Nacira Muñoz agregó:”Es muy importante posicionar a la Argentina como referente para Centroamérica y el Caribe en materia de tecnología y producción agroalimentaria, para incentivar la seguridad alimentaria en la Isla”, dijo la funcionaria.
Pero unos meses después, y apurados por los incrementos de la muerte de niños recién nacidos, los informes de la FAO ratificaron la emergencia alimentaria en Cuba, y por ende, declararon sesgados los proyectos en conjunto, pues estos proyectos con Argentina vinieron de la mano de la FAO, sin embargo, no hay resultados.
Esto significa que se perdió un año más en promesas vanas, pues de Argentina solo ha llegado la complicidad de su gobierno con la dictadura cubana luego de legitimar a Díaz-Canel en la reciente cumbre de la Celac, el 24 de enero de este año en Buenos Aires.
La explosión de la Tasa de Mortalidad Infantil en Cuba a causa del hambre, dispara los temores de la FAO.
Mientras tanto, nueve niños recién nacidos murieron en la maternidad, Hijas de Galicia, del municipio habanero de 10 de octubre, el pasado mes de enero. Las causas fueron el bajo peso al nacer, la prematuridad y las infecciones, debido a la desnutrición que asola a las embarazadas en la Isla, así como la anemia y la falta de vitaminas para socorrer el déficit de nutrientes que ya es crónico.
Sin embargo, el Programa Mundial de Alimentos (WFP), incluye a Cuba en el número 72 entre 189 países de la lista del Índice de Desarrollo Humano, lo que coloca a la Isla, según el WFP, como uno de los países más exitosos en el logro de los Objetivos del Milenio(ODM).
El Programa Mundial de Alimentos dice que las redes de seguridad alimentarias en Cuba, cubren a la población con una canasta mensual de comida, programa de alimentación escolar, y programa de alimentación materno infantil.
Esta ONG de Naciones Unidas, asegura que desde el 2011 en Cuba se lleva a cabo el Plan Nacional para la Prevención y el Control de la Anemia entre los niños menores de cinco años y embarazadas.
Pero la ONU soslaya que la Tasa de Mortalidad infantil en la Isla es hoy del 10 % de recién nacidos fallecidos por cada 1000 niños nacidos vivos, ahora mismo las madres cubanas lloran nueve infantes fallecidos durante el mes de enero, en un hospital de la Capital cubana debido a la hambruna.
El Programa Mundial de Alimentos, el gobierno kirchnerista de Argentina, han sido declarados por la FAO cómplices de la emergencia alimentaria que afrontará Cuba en 2023, y el costo de vidas humanas que ello implica.
https://www.wfp.org/countries/cuba