Transitar por las carreteras cubanas se ha vuelto cada vez más peligroso en los últimos años, al punto de ocasionar 700 muertos, 68 de ellos menores de edad, y 7.547 lesionados. Todo ello como parte de un récord de 9.848 accidentes ocurridos a lo largo del año 2022, según reveló el habitual reporte de la Comisión Nacional de Vialidad.
Los datos oficiales indican que los siniestros entre enero y diciembre pasado representaron un incremento de 1.500 accidentes con respecto a 2021, cuando ocurrieron 8,369 incidentes viales en todo el país, con un saldo de 589 fallecidos.
Con relación a la ubicación geográfica, las provincias que cargaron con la mayor cantidad de estos sucesos fueron Cienfuegos, Pinar del Río, Granma, Ciego de Ávila y La Habana, donde en promedio ocurrieron unas 27 colisiones por día.
De acuerdo con el coronel Roberto Rodríguez Fernández, jefe del Órgano Especializado de Tránsito, “en todos estos casos estuvo presente la irresponsabilidad y las violaciones de los conductores; en unos, exceso de pasaje; en otros, la violación de la velocidad y la pérdida del control del vehículo”.
En ese sentido, el Ministerio del Interior (Minint) indicó que en el 90% de los casos intervino el factor humano como causa fundamental para que se produjeran los lamentables hechos.
Hace algunas semanas, en un informe similar dado a conocer por las autoridades de la capital cubana, se realizó una jerarquía entre las causas que originaron los siniestros. Por ejemplo, las distracciones al volante estuvieron presentes en un 30.5% de los accidentes y aportaron el 22% de los fallecidos. Por su parte, el irrespeto del derecho de vía representó el 29% y 20%, respectivamente.
Uno de los temas más preocupantes es la presencia en las calles cubanas de unas 300.000 motos y ciclomotores eléctricos, en su mayoría manejados por adolescentes sin licencia de conducción. Este tipo de vehículos estuvo involucrado en casi un tercio de los accidentes.
En contraste con lo sucedido en las carreteras, la accidentalidad ferroviaria disminuyó en 2022, pues se registraron 50 accidentes y 153 incidentes, 20 menos que en 2021.
La insistencia en poner al factor humano como preponderante es una estrategia del gobierno cubano para no mencionar que el mal estado de las carreras y la falta de señalizaciones e iluminación vial también es un factor importante en la accidentalidad.
La enorme crisis económica que atraviesa Cuba, dirigida central y burocráticamente por el Partido Comunista, provoca que no se dé mantenimiento a la infraestructura vial.