Está llegando el momento de la caída de los antifaces

En mis inconclusos años de estudio como cadete del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) en una academia castrense en la ciudad rusa de Tambov. Junto a mis condiscípulos tuve que analizar y discutir en clases, muchas de las variadas operaciones militares asesoradas por los soviéticos y ejecutadas por los castristas dentro de Cuba, durante la primera década de la mal llamada Revolución Cubana.

Sin lugar a dudas, dentro de todas las acciones y procederes militares llevadas a cabo en la convulsa y sangrienta etapa histórica de las Guerrillas Anticomunistas Campesinas, que abarca a los años 60 del pasado siglo XX, la que más me impresionó fue, la denominada “Operación Molino”. Ya que mediante la misma, se ejecutaban acciones despreciables por parte de militares pro castristas, para después culpabilizar de ellas a sus adversarios.

Con mis estudios de los distintos casos de la “Operación Molino” tuve la sensación, que a pesar de lo creído por mí hasta ese momento sobre el necesario honor militar, son demasiadas las operaciones castrenses carentes de la honorabilidad por mi atribuida a los uniformados. Ahí surgió, frente a mi conciencia y mis ojos, el inquietante, pero justificativo concepto académico de Operación de Bandera Falsa u Operación de Bandera Negra.

Fuese adecuado puntualizar, que la referida “Operación Molino” nunca se subordinó al muy mediatizado ante la opinión pública occidental Comité para la Seguridad del Estado, el bastante conocido KGB. Pues de la “Operación Molino” en la Isla se encargó, la casi desconocida y para aquella época nada mediática Dirección Principal de Inteligencia o (GRU), la Inteligencia Militar Soviética.

Dentro del relato oficialista, histórico y épico de la traicionada Revolución Cuba, casi siempre se elude hablar de la existencia del Departamento de Información e Inteligencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (DIIFAR). Una entidad de procedimientos crueles y satánicos contra los partisanos anticomunistas, pero fundamentalmente versus el campesinado civil que residía y trabajaba en los territorios de accionar, de los popularmente conocidos como Alzados.

O sea; la nombrada “Operación Molino” consistió  en crear falsas Guerrillas Anticomunistas Campesinas en la Guerra Civil existente en ese momento histórico dentro de la Isla. Con el objetivo táctico de recabar información, el objetivo operativo de ejecutar acciones repudiables contra la población civil para achacárselas a los adversarios y el objetivo estratégico de crearles a sus agentes infiltrados unas fachadas anticastristas, que fueran creíbles para sus auténticos enemigos.

Pero, si extrapolamos los objetivos estratégicos de la “Operación Molino” a la batalla política actual, que se libra entre Anticastristas versus Filocastristas tanto dentro como fuera de la Isla. Y aunque hasta ahora no se posean públicamente las evidencias y pruebas necesarias, me atrevo a asegurar, que la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio del Interior (DCI-MININT) ha ido creando sus propios líderes políticos opositores.

Es una aventura con un grupo de características altamente destacables, las cuales son: 1.- Son portadores de credibilidad dentro del Anticastrismo, 2.- Son mediáticamente admirados y seguidos por redes sociales y 3.- Son poseedores operativamente de una Fachada Profunda o Deep Cover. Lo importante en la disyuntiva política que estamos describiendo, es que los referidos infiltrados serán difíciles de emplazar por parte de otros luchadores anticomunistas.

Para nadie constituye un secreto, que El Castrismo y La Junta Militar NeoRaulista que desgobierna a nuestra Patria se encuentran en una bancarrota irreversible, además de una crisis de credibilidad infranqueable, desde las realidades económicas, políticas y sociales convergentes en la sociedad cubana contemporánea. Por lo que, los decisores del NeoRaulismo están obligados a ejecutar aperturas de Libre Mercado y hasta en las estructuras políticas del Estado Socialista.

Varios de los Colaboradores Anónimos del Foro Antitotalitario Unido (FANTU) ubicados en Entidades Militares u Organismos Centrales del Estado, han hecho saber al Consejo Nacional del FANTU, que es muy posible la implementación a partir del año 2023, de toda una apertura democrática controlada. Para evitar otro estallido social como el ocurrido en Cuba, el 11 de julio del 2021, pues no se garantiza la estabilidad y permanencia del Estado Socialista.

Al frente de la tarea de monitoreo de la opinión pública nacional e internacional, respecto al apoyo que realmente tiene a diario el actual equipo dirigente encabezado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Raúl Castro Ruz como líder histórico de la Revolución no colocó a ejecutarlo al Departamento de Opinión del Pueblo del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. El viudo de Vilma Espín situó en esa tarea de cotejar y recopilar opiniones al General de División José Miguel Gómez del Vallín, Jefe de la Dirección de Contrainteligencia Militar (CIM) y adscrita al MINFAR, que es realmente tras bambalinas “La Mano que Mece la Cuna” en cuanto a poder real.

Durante los últimos 17 meses se han producido 3 reuniones importantes entre los auténticos decisores al interior de la Junta Militar NeoRaulista, que es el verdadero mecanismo, y nos han informado los Colaboradores Anónimos del FANTU, que en el encuentro efectuado en la Academia Superior Militar “Máximo Gómez”, localizada en la localidad de Alamar, municipio Habana del Este, se acordó implementar una “Salida Egipcia”, donde los militares sean un ente intocable y que estén por encima de las determinaciones de los ciudadanos cubanos.

Sin embargo; la implementación de una “Salida Egipcia” en la Isla necesitará traer consigo, que existan líderes políticos opositores que acepten prestarse a formar parte del referido Cambio-Fraude sin hacer objeciones de ningún tipo. Precisamente para eso, algunos mediatizados dirigentes y personalidades del Anticastrismo tolerarán las propuestas a ejecutar, para que la imagen sanguinaria y totalitaria del Castrismo sea lavada sin mayores consecuencias para quienes hoy detentan El Poder Ejecutivo y Político.

Algunas de las medidas propuestas a realizar son:

  • La Liberación de los Presos Políticos Cubanos,
  • El Pluripartidismo Legalizado
  • La Tolerancia a la Libre Empresa, pero todas tienen una fuerte resistencia, debido a que todavía varios Castristas Históricos se niegan a admitir la propuesta reestructuración y piden más rigidez acompañada de ortodoxia ideológica. De parte del Castrismo en el poder, aún se pulsea por la aceptación o no de esa espuria Transición Democrática. Cuando los gobernantes y sus represores se pongan de acuerdo, entonces, en las filas del Anticastrismo llegará el momento de la caída de los antifaces.

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