La administración de Biden se comprometió a ofrecer 30.000 visas humanitarias mensuales para los ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití.
Uno de los requisitos que se le piden al patrocinador es demostrar solvencia económica para que puedan hacerse cargo del migrante que llegue a Estados Unidos. Muchos cubanos que no tienen familiares residentes en el territorio estadounidense o que no cumplen con los requisitos financieros están decididos a encontrar a su patrocinador por cualquier vía.
Por ejemplo, el usuario de Facebook Bismar Rodríguez, cuya información personal lo ubica en Matanzas trabajando en el sector del turismo, propone entregar su casa con piscina a la persona que desde EEUU se convierta en su patrocinador y lo saque del país.
La vivienda está ubicada en el poblado de Paso del Medio. De acuerdo con la publicación, la propiedad tiene patio delantero y trasero, con portal, sala, cocina comedor, tres cuartos y 1 baño.
Además, posee una fosa independiente, pasillos cementados a ambos lados y detrás, así como una piscina, preferiblemente para niños. También tiene una entrada trasera de garaje, cochiquera enrejado completa con jaulas de conejos al rededor; y un contenedor grande de hierro con una puerta y dos ventanas.
Otros ofrecen dinero con tal de encontrar a una persona en EEUU que esté dispuesta a comenzar el proceso de reclamación mediante los aplicativos de USCIS y CBP.
¿Qué dice la ley sobre el lucro de esta figura del patrocinador?
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), no es legal que un patrocinador pida un pago o compensación financiera por su compromiso de apoyar a un migrante que solicita un parole humanitario en Estados Unidos.
La persona que sirve de sponsor del extranjero no debe ver esta acción como una forma de negocio, y si lo intenta podría ser considerado como una violación de las leyes de inmigración de Estados Unidos.
Entre los delitos imputables están el fraude inmigratorio; estafas y extorsión, ya que estaría engañando al migrante y extorsionándolo para obtener beneficios económicos; y violación de los derechos humanos, puesto que el migrante podría ser víctima de trata de personas.
En caso de ser probado algunos de estos delitos, el patrocinador podría enfrentar cargos criminales y ser condenado a una pena de prisión, además de multas.
Es importante mencionar que cualquier persona que esté considerando ser patrocinador de un migrante debe ser consciente de las obligaciones legales y éticas que conlleva y debe ser siempre transparente en el proceso.