En los Estados Unidos, las ganancias obtenidas de invertir en la bolsa de valores están sujetas a impuestos. Estas ganancias se consideran ganancias de capital y están sujetas al impuesto sobre la renta. El impuesto sobre las ganancias de capital se calcula tomando en cuenta la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de una acción, y la duración de tiempo durante la cual retuvo el instrumento de inversión.
La tasa impositiva para las ganancias de capital a corto plazo (menos de un año) es la misma que la tasa impositiva para los ingresos ordinarios. Sin embargo, para las ganancias a largo plazo (más de un año) hay tasas impositivas más bajas.
En general, las ganancias a largo plazo están sujetas a una tasa impositiva del 20% si tu renta bruta ajustada es mayor que $441,450 (para el año fiscal 2023, los montos pueden variar). Sin embargo, si tu renta bruta ajustada es menor que ese umbral, las ganancias a largo plazo estarán sujetas a tasas impositivas más bajas.
Es importante que sepas que hay algunas excepciones y exclusiones aplicables, así como también se pueden usar perdidas de capital para compensar las ganancias. Te recomiendo hablar con un contador o asesor fiscal para obtener una comprensión detallada de cómo se calculan y pagan los impuestos sobre las ganancias de capital.
Además, es importante mantener registros precisos y detallados de tus compras y ventas de acciones para que puedas cumplir con las obligaciones fiscales.