Ana Belén Montes, la espía más peligrosa de Fidel Castro en Estados Unidos entre los años 1985 y 2001, fue liberada por el Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés).
América Tevé reportó que la citada agencia del Departamento de Justicia de EEUU confirmó la salida de Montes, de 65 años, quien se encontraba recluida en el Federal Medical Center (FMC) Carswell, en Forth Worth, Texas.
La agente castrista recibió la excarcelación al cumplir 20 de los 25 años de sentencia por el cargo de “conspiración para cometer espionaje a favor del gobierno cubano”.
Los cinco años restantes de su condena los cumplirá bajo libertad condicional en el territorio estadounidense y bajo indicaciones establecidas por el juez Ricardo Urbina, encargado de su caso.
Montes estará bajo supervisión durante ese lustro, su acceso a internet siempre estará monitoreado, tiene prohibido trabajar para cualquier gobierno y tampoco puede contactar a agentes extranjeros.
El BOP no reveló dónde o con quién vivirá la mujer a partir de su liberación. Sus familiares la repudiaron públicamente por colaborar con el castrismo y aseguraron no querer saber de ella.
Fuentes en el anonimato indicaron que se encontraba recluida en dicho centro médico debido a un cáncer de mama.
De cumplir de manera correcta sus cinco años de libertad condicional, Montes podrá seguir viviendo en territorio estadounidense debido a que cuenta con la ciudadanía. El gobierno cubano no ha expresado su interés en darle acceso a la Isla como ha ocurrido con otros de sus espías liberados tras cumplir condenas en la nación norteamericana.
Ana Belén filtró información a la dictadura comunista mientras trabajaba como analista principal sobre asuntos cubanos en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés).
Ella reveló secretos de Estado, información clasificada, ubicación de instalaciones, proyectos militares e inclusive estaba dispuesta a dar a conocer posiciones del ejército norteamericano para causar baja.
Washington decidió arrestarla unos días después del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, ante el temor de que compartiera a Fidel Castro los planes contra los terroristas involucrados en este hecho.
Para evitar la pena de muerte o la cadena perpetua, la agente se apegó a un acuerdo de culpabilidad, además de revelar nombres de sus contactos y otros datos exigidos por las autoridades estadounidenses.
Montes, hija de padres puertorriqueños y nacida en una base de EEUU instalada en la entonces Alemania Federal, fue reclutada por otra espía conocida como Marta Rita Velázquez, quien huyó a Suecia cuando se enteró de la captura de su colega.
