El régimen castrista ha reconocido otro de los fracasos de la llamada “revolución energética” que impulsó el dictador Fidel Castro. En la actualidad hay más de un millón de equipos de cocción sin funcionar por falta de piezas de repuesto que no han podido ser importadas debido a dificultades con el financiamiento.
De acuerdo con una nota de prensa del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), el problema se ha agravado durante los últimos dos años, que coincide con una agudización de la eterna crisis económica que sufre Cuba.
“En los dos últimos años, el Programa de Ahorro Energético -con gran impacto en las familias cubanas- ha presentado afectaciones por insuficiente financiamiento, lo que ha imposibilitado la adquisición de partes y piezas de repuesto”, refiere la entidad estatal en una nota publicada por la emisora oficialista Radio Reloj.
Otra problemática que ha incidido en la profundización del asunto es el deficiente paso hacia otro modelo de gestión de los talleres estatales del Programa de Ahorro Energético. La idea del régimen comunista es que puedan autogestionarse, pero ese traspaso de funciones aún no fructifica. En cualquier caso, lo más importante son las piezas y recursos materiales, pero esos no aparecen.
El tradicional movimiento de innovadores cubanos tampoco ha sido capaz de resolver las fallas de los equipos, pues en el país no hay espacio ni oportunidad para la innovación y resolución de problemas.
Desde el MINCIN indican que la opción disponible ha sido comercializar nuevos dispositivos de cocción como más de 35 mil módulos de inducción, 500 ollas multipropósito y 15 mil juntas de refrigeración.
La ministra del sector, Betsy Díaz Velázquez, dijo en mayo pasado que la prioridad de estos equipos estaba en “donde conviven menores en situación de riesgo, madres con tres o más hijos jefas de núcleos, discapacitados, priorizando a las mujeres ciegas, débiles visuales y jefas de núcleos”.
Sin embargo, ello es insuficiente para estos y otros problemas que presentan los equipos que en su mayoría de origen chino fueron vendidos a la población a partir de 2006.