Un tren de carga que transportaba yeso, se descarriló en la noche de este jueves en las inmediaciones del poblado de Siguaney, ubicado en el municipio de Taguasco, provincia de Sancti Spíritus.
Según trascendió en la nota compartida en su perfil de Facebook por la Dirección de los Ferrocarriles, el tren se dirigía cargado de material hacia la Fábrica de Cemento ‘Karl Marx’, enclavada en el poblado de Guabairo, Cienfuegos; la cual es considerada la mayor manufacturera de ese material en Cuba.
Detalles compartidos por la administración de la empresa oficialista, revelaron que el tren se salió de la vía férrea al circular por el “patio” de la estación de Siguaney, la cual se ubica en el kilómetro 367.3 de la Línea Central, en la provincia de Sancti Spíritus.
Es muy común que los maquinistas realicen este tipo de maniobras en este espacio, pues el patio de giro, tal y como su nombre lo indica, es donde se encuentran las vías que permiten poder establecer una nueva trayectoria, normalmente de forma segura y eficiente.
“En cumplimiento del protocolo establecido, se creó una comisión investigadora para esclarecer las causas y condiciones que dieron lugar a la ocurrencia del hecho”, se puede leer en el comunicado de la Dirección de los Ferrocarriles, donde se confirma que no hubo que lamentar pérdidas de vidas humanas.
Debido al accidente, los trenes nacionales destinados a la transportación de pasajeros, vieron afectada su circulación, por lo que en la mañana del viernes aun muchos seguían varados y esperando la reapertura del tránsito en varias estaciones.
Tal es el caso de los viajes del Tren No.18, con destino Manzanillo-Bayamo-La Habana, en Ciego de Ávila y el Tren No.11, La Habana–Santiago de Cuba, en Villa Clara.
Tal y como es costumbre en Cuba, a pesar de que el vuelco había tenido lugar en el horario cercano a las 10:00 de la noche del jueves, un usuario de las redes sociales confirmó a través de una publicación que el viernes, pasadas las 5:00 de la tarde, aún seguía la unidad fuera de los carriles.
Tras el siniestro y como es habitual, varias autoridades locales llegaron rápidamente hasta el sitio para controlar que no se reportaran mayores pérdidas, pero evidentemente, no tomaron acciones para solucionar la incorporación del tren a las vías y crear así las menores molestias en la población.
“Los viajeros recibieron información inmediata y una atención dedicada por el personal a bordo, las entidades de gobierno local en ambas provincias han brindado un apoyo con el suministro gastronómico, priorizando a los menores, ancianos y las mujeres hasta cubrir la totalidad de los viajeros y media un clima de tranquilidad y comprensión”, es lo único que explica la publicación de Ferrocarriles.
Ante eventos de este tipo, los viajeros suelen esperar durante horas o días para que les brinden soluciones efectivas, cosa que nunca ocurre, y los hacen esperar a bordo de vagones infectados de mal olor y, en la mayoría de los casos, sin las condiciones necesarias.
