Tesla está ofreciendo descuentos excepcionales hasta fin de año en sus dos modelos más vendidos, una indicación de que la demanda de sus vehículos eléctricos se está desacelerando.
La compañía de Austin, Texas, comenzó a ofrecer un incentivo de $3.750 y $5.620 en su sedán Model 3 y SUV Model Y, pero el miércoles duplicó el descuento a $7.500 para aquellos que reciban la entrega entre ahora y el 31 de diciembre.
La medida se produce antes de un nuevo crédito fiscal federal de hasta $ 7.500 que entrará en vigencia el 1 de enero. Los Tesla no eran elegibles para un programa de crédito fiscal federal anterior porque la compañía había alcanzado un límite de 200,000 vehículos vendidos. Los créditos del próximo año no tienen ese límite.
“Esta es una señal de grietas en la demanda y no es una buena señal para que Tesla se acerque a fines de año en diciembre”, dijo el analista de Wedbush, Dan Ives, en un correo electrónico. “La competencia EV está aumentando en todos los ámbitos, y Tesla está viendo algunos vientos en contra de la demanda”.
Las versiones de menor precio de los Modelos 3 e Y serán elegibles para el crédito fiscal federal a partir de enero debido a los límites en los precios de compra de vehículos descritos en la Ley de Reducción de la Inflación.
Sin los descuentos, el Model 3 comienza en poco más de $48,000 dólares, incluido el envío, mientras que el Y tiene un precio inicial de poco más de $67,000 dólares. Para ser elegible para el crédito fiscal federal, los vehículos no pueden tener un precio de etiqueta de más de $55,000 dólares para sedanes y $80,000 dólares para camionetas y SUV.
En una peculiaridad regulatoria, muchos vehículos como los Tesla que se fabrican en América del Norte probablemente serán elegibles para el crédito fiscal total de $7500 de enero a marzo porque el Departamento del Tesoro todavía está trabajando en las reglas que exigen que los minerales y las piezas de la batería provengan de América del Norte. . Es probable que la mayoría de los vehículos sean elegibles para recibir solo la mitad del crédito una vez que se publiquen las reglas en marzo.
Es posible que Tesla esté ofreciendo los descuentos a las ventas de jugos antes de fin de año para tratar de cumplir con su compromiso de aumentar las ventas de vehículos en un 50 por ciento.
En la conferencia telefónica de ganancias del tercer trimestre de la compañía en octubre, el director financiero de Tesla, Zachary Kirkhorn, dijo que Tesla no alcanzaría su objetivo de crecimiento de ventas del 50 por ciento. Pero luego fue contradicho por el CEO Elon Musk.
Musk pronosticó un crecimiento anual de producción y entrega del 50 por ciento, pero también señaló problemas logísticos en el envío de vehículos.
Para alcanzar el objetivo de crecimiento de ventas del 50 por ciento, Tesla debe tener un desempeño estelar en el cuarto trimestre.
Hasta septiembre, la empresa entregó 908.573 vehículos, en comparación con poco más de 936.000 vehículos hace un año. Para aumentar las ventas en un 50 por ciento con respecto al año pasado, lo que ascendería a alrededor de 1,4 millones de vehículos, la empresa tendría que vender más de 490.000 vehículos en el cuarto trimestre.
Las acciones caen tras el anuncio de la investigación del accidente
Los analistas de la industria encuestados por el proveedor de datos FactSet esperan que Tesla entregue 431,000 vehículos en el cuarto trimestre, terminando el año en 1,341 millones.
Las acciones de Tesla han perdido más del 60 por ciento de su valor desde que Musk anunció en abril que había adquirido una gran participación en Twitter. Cayeron casi un 10 por ciento en las operaciones del jueves por la tarde a un nuevo mínimo de dos años de 124,07 dólares después de que los reguladores de seguridad de EEUU dijeran que investigarían otros dos accidentes de Tesla que posiblemente involucren sistemas de conducción automatizados.
Eventualmente, Musk compró el sitio de redes sociales y los inversionistas están preocupados por la demanda y porque el director ejecutivo se ha distraído de la compañía automotriz.
Musk dijo esta semana que planeaba permanecer como director ejecutivo de Twitter hasta que pudiera encontrar a alguien dispuesto a reemplazarlo en el puesto.
