La inflación general en la economía estadounidense descendió hasta los 7.1% en noviembre, siendo dos décimas por debajo de los pronosticados por los analistas y alcanzado su valor más bajo desde diciembre de 2021.
El dato confirma una tendencia a la baja iniciada en junio y se manifiesta en todos los sectores, desde la alimentación hasta la energía.
Especialistas coinciden que durante los próximos meses continuará una moderación del dato fruto de los menores precios energéticos, la mejora de los cuellos de botella de la cadena de suministro y la política monetaria de mantener altas las tasas de interés.
Sin embargo, pese a las buenas noticias, hay que recordar que la Reserva Federal tiene como propósito mantener una inflación cercana al 2%, por lo tanto, el actual comportamiento de los precios es más de tres veces superior al objetivo.
Para seguir en camino a ese objetivo, el venidero miércoles, la Reserva Federal se reunirá para aumentar su tasa de referencia por séptima vez este año, una medida que aumentará aún más los costos de endeudamiento para consumidores y empresas. No está claro si la subida de los intereses serán de 50 o 75 puntos bases.
Los economistas han advertido que si continúa restringiendo el crédito para combatir la inflación, es probable que la Fed provoque una recesión el próximo año.
En este sentido, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que está siguiendo las tendencias de los precios en tres categorías diferentes para comprender mejor el camino probable de la inflación: bienes, excluyendo los costos volátiles de alimentos y energía; vivienda, que incluye alquileres y el costo de propiedad de la vivienda; y servicios que excluyen la vivienda, como seguros de automóviles, servicios para mascotas y educación.
Con base a eso se tomarán las futuras decisiones sobre las modificaciones a la tasa de interés.
Una barrera más alta para acceder al dinero deja fuera del mercado a los ciudadanos que quieran aplicar para una hipoteca de una casa, comprar un vehículo con financiamiento del banco, pagar las tarjetas de créditos si solo se abona el monto mínimo y conseguir un crédito empresarial.
La tasa promedio para una hipoteca fija a 30 años prácticamente se ha duplicado en espacio de un año, al llegar a 6%, y las ventas de viviendas han descendido en picada, pues menos personas aplican a un crédito hipotecario en dependencia de sus ingresos comprobados.