El ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández, reconoció este lunes ante los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular que será imposible alcanzar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para el 2022.
Ha sido “un año duro y difícil”, justificó el también viceprimer ministro para indicar un recorte a la proyección que ahora será del 2% con respecto al 2021, en lugar del 4% que se había planificado a inicios de año.
“No alcanzamos los niveles proyectados (4%), pero tampoco retrocedemos. Las medidas no logran todos los resultados, pero vamos avanzando en soluciones, en tanto ya estamos en una mejor situación en el control del coronavirus”, dijo Gil Fernández al revelar cuál será el estimado del crecimiento económico cubano al cierre del 2022.
El eufemismo de “tampoco retrocedemos” queda deshecho cuando el propio ministro reconoce minutos después, en el mismo discurso, que el PIB actual del país está un 8% peor que al cierre del 2019, año que se ha convertido en un punto de referencia, pues fueron los últimos 12 meses completos antes de que llegara la pandemia de COVID-19.
“Si comparamos los resultados de este año con los de 2019, se evidencia una brecha en el entorno del 8%”, explicó el ingeniero en Explotación del Transporte convertido en ministro de Economía.
El asunto es que Cuba no ha logrado recuperarse de la caída descomunal del 11% del PIB que se sufrió en 2020. Elementos claves para el avance económico como el turismo siguen sin exhibir los números de 2019.
Las proyecciones en la llegada de turistas a Cuba en 2022 también fueron recorridas hace unas semanas. El régimen castrista admitió que no se cumplirían los planes de 2.5 millones de turistas y bajó la meta hasta 1.7 millones, una cifra que debe cumplirse el venidero 31 de diciembre.
Sin embargo, esos números están muy por debajo de los casi 5 millones que se lograron en 2019. A pesar de la coyuntura sanitaria que golpeo a todos los destinos turísticos caribeños, países como México y República Dominicana ya han recuperado el sector a niveles prepandemia, algo que Cuba no logrará ni en 2023, según las proyecciones oficiales.
En ese sentido, Gil Fernández indicó que el turismo cubano se propone recibir en 2023 unos 3.5 millones de visitantes internacionales. La cifra resulta imprescindible para la recuperación de la economía, de la cual se proyecta un crecimiento del 3% en el PIB