Ronaldo Veitía Valdivié falleció en La Habana de este lunes a la edad de 75 años, según confirmó el presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), Osvaldo Vento.
Hasta el momento, no ha trascendido la causa de su deceso, pero era conocido por las denuncias de sus hijos en redes sociales que el entrenador poseedor del rango Hachidan (Octavo dan en judo) había enfermado gravemente producto de un accidente cerebro vascular estando en España.
El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) inmerso y acorralado en la polémica, respondió al cabo de unos días asegurando que la institución gestionaría todos los detalles para costear el viaje de Madrid a La Habana de Veitía y un acompañante, en este caso su hijo Ronaldo Veitía Quiñones —a quien se le permitió la entrada a Cuba a pesar de tener el pasaporte vencido—. El “asunto” fue resuelto de manera general por el Cónsul General de Cuba en Madrid.
“Quiero agradecer al cónsul, al Inder y a todas las buenas personas que en este proceso nos han brindado su apoyo incondicional para que mi papá pueda ver cumplido sus deseos”, indicó el hijo de Veitía desde su cuenta en Facebook.
A su llegada a la Isla, fue trasladado al Hospital ‘Hermanos Ameijeiras’ de La Habana.
A principios de noviembre pasado, la periodista Julita Osendi hizo pública la desatención que sufría la gloria deportiva tras su regreso a Cuba, al punto que se menciona que en este momento “sigue sin caminar, no se mueve, apenas come y solo conoce a su hija”.
Veitía fue campeón nacional en la división de los 93 kilogramos y varias veces medallista panamericano, pero fue en la enseñanza donde transcendió todas las barreras. Dedicó más de 50 años a enseñar judo y de ellos casi 40 a entrenar al equipo nacional de judo femenino con el cual obtuvo 25 medallas en eventos olímpicos y 57 en campeonatos mundiales.