Mientras el ex-presidente polaco Lech Walesa en la Casa del Preso y en la Brigada 2506 en Miami, hace apenas unos meses llamaba a los líderes del exilio a luchar por una Cuba Libre, el régimen de Cuba ya afianzaba relaciones diplomáticas con el gobierno de Polonia.
Acertado estaba el también Premio Nobel de la Paz cuando se refería a las estrategias engañosas de los comunistas, aún más cuando se trata de desmembrar las alianzas que por más de 60 años han sostenido al poder de los Castro.
Las relaciones diplomáticas entre Cuba y la República Popular de Polonia se establecieron a nivel de embajada en 1960. Durante la existencia del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), las relaciones políticas y económicas fueron dinámicas, pero luego disminuyeron en los años ’90.
En 2017 se reactivó la cooperación en el campo del turismo con la visita del Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Polonia a La Habana, durante la cual se firmó el Protocolo sobre el establecimiento de un mecanismo de consulta política entre los Ministerios de Relaciones Exteriores y un memorando de cooperación.
Polonia se encuentra entre los 20 países con el mayor número de turistas que visitan la Isla. En un escenario de crisis social, económica y política, los países de Europa del Este vienen a ser el «salvavidas» de las cadenas hoteleras y agencias cubanas.
En noviembre de este año viajaron hacia Varadero con la aerolínea polaca Lot Polish, 251 pasajeros. A través del touroperador Rainbow (que cotiza en la bolsa de Varsovia) y la agencia Cubanacán, llegarán estos vuelos semanales de quienes aún añoran la Cuba revolucionaria comunista. Detrás de toda esta falacia se encuentra una maquinaria de marketing, fortalecida a través de los años.
Desde el futbolista polaco Robert Lewandowski hasta presentadoras de televisión como Monix (Monix Travel) promocionan en Polonia los viajes turísticos a la «maravillosa» Cuba, donde todos son muy alegres y no exigen vacunas para entrar. Monix ha sido el rostro escogido para la campaña Kuba Unica lanzada en Polonia para esta temporada de invierno. Osnier Fonseca Cabrera, Consejero de Turismo, manipula los hilos desde la Oficina de turismo de Cuba en Europa del Este. Las cadenas hoteleras Melia, Iberostar, Blue Diamond y ROC Hotels, capacitaron a los agentes de la touroperadora Rainbow.
Curioso que todo este circo cómplice con el Partido Communista de Cuba (PCC), se arme desde un país en el cual se prohíben tanto los símbolos comunistas como la figura del asesino Che Guevara.
El ex-disidente checo de la Revolución de Terciopelo, Martín Paulaus, probablemente vería en este incentivo turístico desde Polonia una oportunidad para comenzar diálogos con la dictadura Castro-Canel, la vía a la Transición Democrática con todas las garantías para empresarios e inversionistas extranjeros en una cacareada Cuba «cambiante».
Nosotros, los cubanos de la diáspora, estamos convencidos de que todo este circo es más de lo mismo. Quizás debería su compatriota Lech Walesa recordarle que la libertad de los cubanos, no se negocia.
Sr. Palaus: promover la Sametová Revoluce bajo una dictadura militar como la de Cuba, significa traicionar a miles de patriotas reprimidos, asesinados, presos que lo han dado todo por la Libertad de los cubanos.
