El sucesor de Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel, prometió que el 2023 será un mejor año, pero solo si la población trabaja “intensamente”. En ese sentido, llamó a que todos los líderes comunistas “logremos que el pueblo se sume a ese trabajo intenso”.
Durante una reunión del Consejo de Ministros celebrada esta semana, Díaz-Canel afirmó que el próximo año será “retador”. Según sus palabras, para superar las nuevas dificultades que vendrán, y las viejas anquilosadas por décadas, el pueblo debe trabajar guiado por el supuesto ejemplo de los dirigentes.
“Tiene que ser un año en que ese trabajo se caracterice porque no haya trabas que no pueda superar, porque aplaste la burocracia, las trabas, el inmovilismo, la espera, y por supuesto, la lucha contra la corrupción y la ilegalidad a partir de las medidas que se han tomado recientemente”, sostuvo.
Asimismo, el primer secretario del Partido Comunista insistió en su recurrente llamado a potenciar la innovación en sectores prioritarios como la producción de alimentos y el electro-energético.
Como de costumbre, el discurso oficialista sigue vendiendo falsas esperanzas, al tiempo que responsabiliza al pueblo por la prosperidad del país. El 2022 ha sido uno de los peores años en la historia cubana, marcada por un declive que necesitará más que trabajo “intenso” para ser revertido.
Ya a inicios de 2022, Díaz-Canel había asegurado también a los cubanos que este sería un período en el que sería necesario ese esfuerzo que no deja de exigirle a la ciudadanía.
“Es un año donde tenemos que avanzar y sacudirnos del retroceso que nos provocó la COVID-19 y las situaciones que hemos vivido en los dos últimos años”, refirió durante un encuentro virtual con los presidentes de las Asambleas Municipales del Poder Popular.
