Según datos oficiales de la Comisión Electoral Nacional (CEN) el rechazo popular y la apatía en las elecciones a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular en Cuba marcaron un récord histórico, el 36% de los registrados para votar no acudió a las urnas este domingo.
El reporte preliminar de las 17:00 horas locales, divulgado por la CEN, reflejaba que de los más de ocho millones de electores convocados a las urnas solo habían asistido el 63.85%. La cifra es 18.2 puntos por debajo del menor dato registrado desde que comenzarán a realizarse estos comicios en 1976, y se asemeja más al abstencionismo registrado (26%) en el referendo del Código de las Familias celebrado en septiembre pasado.
Las elecciones municipales de 2017 tuvieron una participación del 85.94%, pero cinco años después y con una pésima gestión del gobernante Miguel Díaz-Canel, la cantidad de personas que se ha reusado a participar en la farsa electoral se ha incrementado ostensiblemente.
Seguramente, el éxodo masivo de personas que han decidido emigrar del país por las pésimas condiciones económicas y la represión política también ha imposibilitado que más personas participen, pues los que emigran siguen estando en la contabilidad de las listas electorales hasta dos años después, ya que es el tiempo en el que entonces se le considera como pérdida de la residencia.
El CEN trató por todos los medios de aumentar la participación ciudadana extendiendo una hora más el horario de votación, a pesar de que no hubo ningún evento meteorológico excepcional que ameritara tomar dicha medida. Según las autoridades electorales, “a solicitud de los consejos electorales en varios territorios y de los propios electores”, el cierre de las urnas se llevó a cabo a las 19:00 horas en lugar del cierre planificado para las 18:00 horas.
El sucesor de Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel, planificó su gira internacional para llegar en horas tempranas del domingo a La Habana y trasladarse desde el aeropuerto hasta su centro de votación para darle importancia a la jornada electoral.
Sin embargo, en sus declaraciones parecía estar consciente y vaticinar el rechazo y el hastío de la población.
“Hoy Cuba sale a votar a pesar de la asfixia económica y una campaña de descrédito”, apuntaba el primer secretario del Partido Comunista (PCC).
“Este ejercicio es una responsabilidad ciudadana porque estamos eligiendo a nuestros representantes en los órganos del municipio, principal estructura de Gobierno del país. Está en consonancia con el trabajo en los últimos años para perfeccionar la democracia socialista”, añadió en el repetitivo discurso oficialista tan falso como anquilosado.
