Miguel Díaz-Canel salió de China, el último país de gira internacional, con un “donativo de emergencia en efectivo” consistente en 100 millones de dólares en efectivo que trajo a Cuba luego de ser transportados en un avión de la venezolana Conviasa.
El mandatario cubano agradeció al líder chino Xi Jinping por la ayuda dada a su “pequeño país” y calificó los resultados de su vista al país asiático como extraordinarios, pues se van “encima de nuestras expectativas”. Además, prometió pagar la deuda que tiene con el gigante asiático dando garantías de palabras “al amigo para que tenga seguridad en lo que estamos haciendo”.
En ese sentido, Díaz-Canel le dijo a la prensa oficialista cubana que lo acompaña en diálogo a puertas cerradas con Xi Jinping este le expresó que “hay que encontrar solución a todos los problemas con Cuba”, a pesar de “las problemáticas con la deuda”.
El primer secretario del Partido Comunista de Cuba enumeró la serie de calamidades que a su juicio impiden que la nación caribeña honre desde el 2019 los pagos de deuda que se le deben a China. Como impedimento mencionó la pandemia de coronavirus, los desastres naturales como ciclones y sequía, y la socorrida justificación de que el embargo de EEUU a Cuba se ha “recrudecido”.
“No es lo mismo cuando uno puede hablar, cuando uno puede explicar, cuando las cosas se pueden entender desde la sensibilidad”, mencionó el sucesor de Raúl Castro sobre la necesidad de explicarle directo a la cara del líder chino por qué Cuba está tan mal.
Además de los 100 millones de dólares en efectivo que Beijing ofreció a su aliado en el Caribe, también contribuirá con materias primas para que el Ministerio de Educación pueda confeccionar los uniformes escolares y venderlos de forma racionada a los estudiantes que van a empezar el curso escolar sin la totalidad de la indumentaria.
Por otra parte, el gobierno chino garantizará mediante contratos con el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, “utensilios de cocina para programas de alto impacto”.
Sin embargo, uno de los asuntos más trascendentales es la colaboración china con relación al control social de la población mediante el espionaje por técnicas informáticas.
El gobierno chino financiará la creación de un Laboratorio Forense de Datos, para llevar un registro de la actividad de cada ciudadano cubano, tanto en las redes como en su comportamiento social.
